(03 de enero del 2022. El Venezolano).- Cuando el Presidente Biden se preparaba para tomar posesión de su cargo hace un año, hizo audaces promesas para asegurar que su administración reflejara la diversidad de Estados Unidos, incluyendo la representación de los 60 millones de hispanos que viven en Estados Unidos.
Escrito por Javier Palomarez para El Nuevo Herald
Ha hecho un trabajo admirable seleccionando a hombres y mujeres de color para su Gabinete, convirtiéndolo en uno de los más diversos en la historia de Estados Unidos. Pero un área en la que podría ir más allá para dar más protagonismo a las voces subrepresentadas es nombrando a alguien hispano para la Comisión Federal de Comunicaciones por primera vez en dos décadas. Parece cada vez más improbable que la más reciente candidata del presidente para la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Gigi Sohn, ocupe el puesto debido a las objeciones de los republicanos.
Aunque el gobierno de Biden puede ver esto como un fracaso, su equipo debería verlo más bien como una oportunidad para cumplir sus promesas. En ningún lugar están los hispanos más infrarrepresentados que en los medios de comunicación estadounidenses. No es solo mi opinión. Fue el veredicto de un informe condenatorio de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO), que confirmó que solo el 11% de los periodistas y comentaristas del país son hispanos.
Esa cifra incluye a los que trabajan en los medios de comunicación en español, que, como es lógico, están formados casi en su totalidad por hispanos. Esto significa que su porcentaje de representación en los medios de comunicación en lengua inglesa es aún menor, llegando a un solo dígito.
Dado que los hispanos representan casi el 20% de la población estadounidense, necesitamos un comisionado de la FCC que se comprometa a fomentar el cambio en el sector que supervisa. Debe estar en sintonía con los temas importantes para nuestra comunidad y los medios de comunicación que consumimos. Solo un candidato hispano puede combatir adecuadamente la desinformación en los medios de comunicación hispanos, identificar el racismo antihispano en las comunicaciones reguladas por el gobierno federal y supervisar y regular adecuadamente la vasta red de medios de comunicación en español del país.
Es vergonzoso que los hispanos, que constituyen un porcentaje tan grande de la población estadounidense, y que trabajan duro y tienen éxito en todas las industrias estadounidenses, sean excluidos de la importante labor de contar la historia de nuestro país. Es especialmente decepcionante teniendo en cuenta las rotundas declaraciones que prometen nuevos compromisos con la diversidad emitidas por las organizaciones de medios de comunicación –junto con muchas otras instituciones– durante las protestas de Black Lives Matter en el verano del 2020.
Estos compromisos suenan huecos cuando se trata de representar con precisión a los estadounidenses hispanos, especialmente si uno da un repaso a los programas matutinos de las principales cadenas un día cualquiera. Todas las cadenas de noticias se han comprometido a hacer que su talento de cara al público sea más representativo del país. Ha habido algunos avances, especialmente en la NBC bajo el liderazgo de César Conde, el primer y único hispano en ser presidente de NBCUniversal News Group.
La NBC tiene más presentadores hispanos que cualquier otra organización de noticias en inglés. José Díaz-Balart, Alicia Menéndez, Carl Quintanilla y Tom Llamas son algunos de los presentadores de la cadena. Algunas redacciones y cadenas de televisión han dado pasos importantes para diversificarse en los últimos años, especialmente contratando a más periodistas afroamericanos. Esto debería haberse hecho hace tiempo.
Pero el informe de la GAO muestra que aún queda mucho trabajo por hacer. Si las cadenas han de cumplir el reto de reflejar el rostro cambiante de Estados Unidos, ¿cómo pueden excluir rostros que representan a casi el 20% del país?.
Las cadenas también harían bien en recordar que los estadounidenses hispanos tienen un poder adquisitivo de unos $2,000 millones, una cantidad mayor que el PIB de Brasil, Canadá o Rusia. Los hispanos son un importante motor de crecimiento económico en este país. Son más de 60 millones y, en contra del estereotipo, no solo ven telenovelas y noticias en español. Ven sus canales y leen sus sitios web, y los anuncios que ustedes publican también llegan a sus ojos. No hay mejor manera de que la agencia que supervisa los medios de comunicación estadounidenses lidere el camino con el primer comisionado hispano en décadas, del que hay muchos candidatos bien calificados, como el activista de la National Hispanic Foundation for the Arts, Félix Sánchez. Es hora de que ABC, CBS y otros medios de comunicación sigan su ejemplo e incluyan a hispanos en posiciones destacadas tanto delante como detrás de la cámara. Los hispanos están cansados de ser ignorados.
Javier Palomarez es presidente y presidente ejecutivo del Consejo Empresarial Hispano de Estados Unidos (USHBC), una organización sin fines de lucro 501(c)6 que se centra en mejorar el acceso a la contratación en el sector público y privado y en la representación justa de los hispanos en los negocios, los medios de comunicación y la política.