(10 de noviembre del 2021. El Venezolano).- Régimen de Maduro consideró este miércoles en la cumbre del clima COP26 que «las medidas coercitivas unilaterales» contra el país afectan de manera «gravísima» la implementación del Acuerdo de París sobre la crisis climática.
Así lo manifestó el ministro de Ecosocialismo de Maduro, Josué Alejandro Lorca Vega, al exponer en la cumbre de Glasgow (Escocia) la posición de su país para combatir el cambio climático. Según afirmó en el plenario, estas medidas limitan «la capacidad de actuar ante la crisis climática» y «son contrarias a los fundamentos básicos del derecho internacional y ambiental y restringen el desarrollo sustentable de nuestro pueblo».
A pesar de esas medidas —impuestas por algunos países contra el régimen de Nicolás Maduro—, Venezuela ha reafirmado el compromiso con el Acuerdo de París (2015, para limitar el aumento de la temperatura global) al tomar medidas para reducir 20% de las emisiones de efecto invernadero, agregó.
Según explicó, el país tricolor cuenta con un parque nacional con 7,5 millones de hectáreas, que actúa como un medio de absorción natural del carbono, mientras que ha fortalecido el sistema de áreas protegidas, que representa 43% del territorio.
En cuanto a los bosques, resaltó, el país disminuyó la tasa de deforestación en 47% en relación con el año 2000. «Nuestros bosques representan 1,19% del planeta y 5,13% de América Latina«, indicó.
«Desde Venezuela —añadió— queremos ratificar nuestro compromiso multilateral con la lucha contra el cambio climático y este reencuentro nos permite darle un propósito a la COP26 para construir una etapa pospandemia que contemple como eje fundamental al clima».
También insistió en que el cambio climático «es uno de los desafíos ambientales globales más graves y urgentes de nuestro tiempo», y lo calificó de «etapa decisiva para el multilateralismo y un periodo de prueba de la eficacia del Acuerdo de París para alcanzar la meta colectiva» sobre la temperatura global.
El ministro puntualizó que el Acuerdo de París fue resultado de un esfuerzo colectivo, en el que la solidaridad supone la «base fundamental» para la acción climática.