(05 de septiembre del 2021. El Venezolano).- El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, celebró el reinicio de las conversaciones entre el chavismo y la oposición en México este viernes.
Mediante un mensaje en su cuenta de Twitter, Price manifestó su beneplácito por “el inicio de negociaciones integrales lideradas por Venezuela en México. Esperamos que este proceso siente las bases para el resultado democrático que merecen los venezolanos”.
“Nos solidarizamos con el pueblo venezolano mientras trabajan para restaurar pacíficamente la democracia en su país”, añadió.
El régimen de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria de Venezuela, que aglutina a los principales partidos de la oposición, iniciaron un nuevo ciclo de encuentros este viernes en Ciudad de México, escenario de unos contactos al que llegan con un ‘memorando de entendimiento’ bajo el brazo y del que deberían comenzar a salir avances tangibles hacia acuerdos políticos.
Ambas delegaciones se encontraron desde las 15:00 locales (20:00 GMT), según fuentes cercanas a esta mesa de diálogo, facilitada por Noruega y con el apoyo de México.
Una comitiva de 11 personas encabezada por Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento oficialista y hombre de confianza de Maduro, llegó la tarde del viernes al aeropuerto Benito Juárez de Ciudad de México.
“Venimos con profundas expectativas. Hemos recibido la instrucción del presidente Nicolás Maduro de que hagamos un énfasis en devolver las garantías económicas que le han sido robadas al pueblo venezolano”, dijo Rodríguez en declaraciones a la televisora estatal VTV.
La oposición, por su parte, arribó a México con cambios: el dirigente Freddy Guevara -cercano colaborador del líder opositor Juan Guaidó- reemplazará a Carlos Vecchio, representante de Guaidó en Estados Unidos, cuya presencia generó incomodidades en el bloque oficialista, confirmó a la AFP una fuente cercana a la negociación.
Los dos bandos se vieron las caras a mediados del mes de agosto, en un gesto ya relevante habida cuenta del desprecio público que se han profesado durante los últimos años, marcados por una bicefalia en la que, frente a Maduro, el opositor Juan Guaidó se ha reivindicado ante Venezuela y el mundo como presidente encargado y, por tanto, legítimo.
Sin embargo, la creciente presión internacional sobre el chavismo, a golpe de sanciones, y la falta de logros en la estrategia opositora llevaron a las partes a avanzar hacia un proceso de diálogo en el que México hace las veces de anfitrión y Noruega de mediador, bajo la premisa común de que cualquier acuerdo que se selle debe suscribirse sin injerencias externas.
Los primeros contactos de agosto dieron como resultado el compromiso de sentarse de nuevo a la mesa del 3 al 6 de septiembre, ya con una ‘hoja de ruta’ más clara, pero con un mensaje que suena ya a conocido en Venezuela tras varios procesos fallidos de diálogo.
“La negociación se dará bajo el principio de que nada está acordado hasta que todo lo esté”, reza el memorando de entendimiento, que sí abre la puerta a “celebrar acuerdos parciales” si se considera que hay una necesidad “urgente” de ponerlos en práctica.La primera reunión entre las partes se llevó a cabo a mediados del mes de agosto
En la mente de todos están las elecciones regionales y locales del 21 de noviembre, en las que por primera vez en tres años se ha ofrecido a participar la Plataforma Unitaria, que recupera de nuevo la bandera común de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), con la que la oposición consiguió sus últimos éxitos electorales.
Los partidos del denominado G4 -Voluntad Popular, Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo- asumen que “no serán unas elecciones justas ni convencionales”, pero también ven en ellas “un terreno de lucha útil para fortalecer a la ciudadanía e impulsar la verdadera solución”, esto es, la convocatoria de presidenciales y parlamentarias “libres”.
Guaidó, miembro de Voluntad Popular, ha evitado sumarse inmediatamente a este llamamiento a la participación, por el que abogó en un primer momento el ex candidato presidencial Henrique Capriles, más partidario de abrir nuevas estrategias y de entablar contactos alternativos.