(20 de julio del 2021. El Venezolano).- La expresidenta de Bolivia Jeanine Áñez ha solicitado una audiencia a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para exponer su caso, al tiempo que ha reiterado que no ha cometido «ningún delito» y que su encarcelamiento responde a una «decisión política» del presidente, Luis Arce.
«Solicito respetuosamente y encarecidamente una audiencia para que mi hija, Carolina Ribera Áñez, participe en representación mía, toda vez que a la fecha me encuentro privada de libertad en la ciudad de La Paz por una decisión política del actual presidente, Luis Arce», ha señalado en una carta, a la que ha tenido acceso este martes el diario ‘Página Siete’.
La exmandataria ha solicitado la reunión con Bachelet «por el riesgo» que corre «su vida» y ha justificado que, con ella, su hija podría «demostrar documentalmente (…) los motivos» para que sea liberada y poder enfrentarse a su juicio «en respeto de sus Derechos Humanos, en su condición como mujer y exmandataria de Estado».
En la misiva, Áñez sostiene que cumplió con su «deber constitucional» como segunda vicepresidenta del Senado y explica que en 2019 Bolivia estaba inmerso en un «clima de convulsión social», que generó «un vacío de poder».
«Señalan que supuestamente me autoproclamé como presidenta del Estado de Bolivia y por ende se me acusa de ser autora de un supuesto golpe de Estado (…) contra Evo Morales (…)», ha aseverado, antes de recalcar que los delitos de los que está acusada –terrorismo, sedición y conspiración– «no han sido demostrados». «No he cometido ningún delito, ni antes ni después de asumir mi mandato», recalca.
En este contexto, ha reiterado que el Gobierno de Bolivia lleva a cabo «una persecución judicial» en su contra «haciendo uso de su poder político y quebrantando la independencia del órgano judicial», al tiempo que ha acusado a las autoridades de vulnerar su derecho a la presunción de inocencia, a una defensa efectiva y de pasar por alto su estatus de «expresidenta constitucional».
La expresidenta también ha aludido a su estado de salud, del que ha denunciado que se ha deteriorado desde su encarcelamiento hace cuatro meses. «En el mes de abril sufrí una infección severa con afectación a mis riñones, por efectos de la precariedad de servicios e higiene de los recintos de nuestro sistema penitenciario», ha dicho, antes de recordar que ha pedido «varias veces» su traslado a un centro médico para recibir tratamiento «adecuado y oportuno», petición «sistemáticamente negada».
«Sigue latente el peligro de que sufra un accidente cerebrovascular o paro cardíaco por el cuadro de hipertensión arterial que poseo (…)», ha continuado, lamentando que, «mientras tanto, el Gobierno sigue activando más procesos penales» en su contra, que ha tildado de «incongruentes, carentes de toda objetividad y respeto» a su cargo anterior y que «evidencian el carácter indolente e inhumano de asegurar» su encarcelamiento.
Áñez está en prisión preventiva desde el 15 de marzo, acusada de sedición, terrorismo y conspiración por su rol en el marco de la crisis postelectoral de 2019.
