(19 de julio del 2021. El Venezolano).- Muchos de los desplazados por el enfrentamiento entre integrantes de la banda de Carlos Luis Revete, alias “el Koki”, y los funcionarios policiales en la Cota 905 aún no han podido regresar a sus casas. Algunos lo perdieron todo porque los cuerpos del Estado destruyeron sus casas. Otros tienen temor de volver y tener que estar bajo otra lluvia de balas que pueda acabar con sus vidas.
María* vive en la avenida principal de la Cota 905, su nombre resguarda su verdadera identidad por razones de seguridad, y le contó a TalCual que había llevado a su sobrino de 11 años de edad con síndrome de Down a pasar unas vacaciones en su casa, pero tras quedar en medio de la balacera lo sacó del lugar el viernes a las 7:30 de la mañana para llevarlo de vuelta con su padre a otro estado del país.
“Los que vivimos acá sabemos que esto era algo entre el gobierno y los pranes del barrio. Ellos estaban apoyados y respaldados, y aunque es muy lamentable lo que te voy a decir, con los chicos malos nadie jamás vivió algún tipo de amenaza. Ellos se ganaron el respeto de muchos y no veo eso en las autoridades”, expone, al tiempo que afirma que nunca ha estado de acuerdo con los antisociales.
“La verdad es que no tengo miedo”, se reafirma esta joven, quien también comenta que la presencia de los funcionarios en la zona genera zozobra. Ella se siente indignada porque que salir de su casa implica la posibilidad de que un funcionario la pare y la maltrate.
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