(23 de febrero del 2021. El Venezolano).- Trabajar en la primera línea de vacunación contra el covid-19 es una tarea ardua. Susana Flores Villamil, directora de Educación y Desarrollo de Enfermería del Jackson Health System lo sabe muy bien. Desde el 14 de diciembre de 2020 iniciaron los protocolos de inmunización contra el virus originario de Wuhan y hasta la actualidad más 110 mil dosis han sido aplicadas.
En una entrevista con el director de El Venezolano Colombia, José Manuel Villalobos, la experta comentó el proceso, el cual cumple dos meses vigente.
Flores relató que la jornada inicia a las seis de la mañana hasta las 4:00 p.m. y la media diaria es de 2 mil personas, una gran cantidad que en algunas oportunidades han superado. “Hemos llegado a vacunar, incluso hasta 2.300 personas”.
Dichas cantidades no son algo fortuito. El equipo del hospital aplica una fórmula matemática, la cual calculan según varios datos. “Para llegar a estos 2 mil es porque vemos cuántos asientos de observación tenemos, luego vemos cuántos podemos llenar, resguardando la seguridad y eso se multiplica por las 10 horas que estaremos abiertos”.
En total, el centro cuenta con 24 estaciones con una persona que vacuna y otra que documenta el proceso en cada espacio. Dicha información es pasada al instituto gubernamental encargado de llevar el control.
Una vez es aplicada la dosis, Flores detalla que el paciente no puede irse de inmediato a su casa, para evitar cualquier tipo de riesgo, la persona debe esperar 10 minutos, en los cuales es monitoreado por 10 minutos y, si no presenta reacción alguna, es enviado a casa. No obstante, de presentar algún tipo de sintomatología es llevado a emergencias y permanece 30 minutos bajo observación. “No podemos correr ningún riesgo”.
La enfermera es enfática al explicar que para este proceso no se necesita estar en algún estatus migratorio. “No pedimos documentos que tengan que ver con legalidad o ilegalidad migratoria”. Por el contrario, solo solicitan documentos que prueben que la persona vive en el condado de Miami Dade. Además de la fecha de nacimiento, puesto que solo podrán, por los momentos, vacunarse aquellos con edades por encima de los 65 años.
La vacuna que están colocando es la de Pfizer, precisa, y antes de aplicarla, el paciente debe haber ingerido todas sus medicaciones correspondientes y expresar cuál es el brazo con el que escribe, puesto que la dosis se coloca en el brazo contrario. “La aguja es muy chica. Entonces hay pacientes que ni cuenta se dan”, anexa Susana Flores que además ya tiene dos semanas de haberse puesto las dos dosis, por lo que su inmunidad es de 95%.
Flores le cuenta a Villalobos que la primera vez que se colocó la dosis tuvo mucha ansiedad. “Había escuchado tantas cosas sobre la vacuna que tenía que calmarme y cerciorarme que respirara de forma correcto”. Además anexa que lejos de lo que había escuchado siempre su sensación fue de mucha energía, algo que se repitió en la segunda dosis, sin olvidar que duele un poco el brazo.
Por los momentos no ha habido efectos secundarios. Al menos en la semana anterior. El único caso que recuerda fue una enfermera que le dio una especie de reacción alérgica, como un sarampión.
Con orgullo la profesional precisa que de las dosis aplicadas, 70 mil han ido hacia la comunidad hispana de Miami Dade, quienes además no han tenido que pagar nada, porque esta vacuna, es gratuita.