(18 de enero del 2021. El Venezolano).- El cambio climático futuro provocará un desplazamiento regional desigual del cinturón de lluvia tropical, una estrecha franja de fuertes precipitaciones cerca del ecuador, lo que amenazará a la biodiversidad y la seguridad alimentaria de miles de millones de personas.
En un estudio publicado en la revista ‘Nature Climate Change’, un equipo interdisciplinario de ingenieros ambientales, científicos del sistema terrestre y expertos en ciencia de datos enfatizaron que no todas las partes de los trópicos se verán afectadas por igual. Por ejemplo, el cinturón de lluvia se moverá hacia el norte en partes del hemisferio oriental, pero se moverá hacia el sur en áreas del hemisferio occidental.
Según el estudio, un desplazamiento hacia el norte del cinturón de lluvia tropical sobre el este de África y el Océano Índico resultará en futuros aumentos del estrés por sequía en el sudeste de África y Madagascar, además de la intensificación de las inundaciones en el sur de la India. Un arrastre hacia el sur del cinturón de lluvia sobre el Océano Pacífico oriental y el Océano Atlántico provocará un mayor estrés por sequía en América Central.
«Nuestro trabajo muestra que el cambio climático hará que la posición del cinturón de lluvia tropical de la Tierra se mueva en direcciones opuestas en dos sectores longitudinales que cubren casi dos tercios del planeta, un proceso que tendrá efectos en cascada sobre la disponibilidad de agua y la producción de alimentos en todo el mundo», explica el autor principal, Antonios Mamalakis, doctor en ingeniería civil y ambiental en la Escuela de Ingeniería Henry Samueli de la UCI (Universidad de California Irvine) y becario postdoctoral en el Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Estatal de Colorado.
El equipo realizó la evaluación examinando simulaciones por computadora de 27 modelos climáticos de última generación y midiendo la respuesta del cinturón de lluvia tropical a un escenario futuro en el que las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando hasta fines del siglo actual.
Mamalakis advierte de que el cambio radical detectado en su trabajo se disfrazó en estudios de modelos anteriores que proporcionaron un promedio global de la influencia del cambio climático en el cinturón de lluvia tropical. Solo al aislar la respuesta en las zonas del hemisferio oriental y occidental, su equipo pudo resaltar las drásticas alteraciones que se producirán en las próximas décadas.
El coautor James Randerson, de la cátedra Ralph J. & Carol M. Cicerone de UCI en Ciencias del Sistema Terrestre, explica que el cambio climático hace que la atmósfera se caliente en diferentes cantidades en Asia y el Océano Atlántico Norte.
«En Asia, las reducciones proyectadas en las emisiones de aerosoles, el derretimiento de los glaciares en el Himalaya y la pérdida de la capa de nieve en las áreas del norte provocada por el cambio climático harán que la atmósfera se caliente más rápido que en otras regiones –adelanta–. Sabemos que el cinturón de lluvia se desplaza hacia este calentamiento y que su movimiento hacia el norte en el hemisferio oriental es consistente con estos impactos esperados del cambio climático».
Añade que es probable que el debilitamiento de la corriente de la Corriente del Golfo y la formación de aguas profundas en el Atlántico Norte tengan el efecto contrario, provocando un desplazamiento hacia el sur en el cinturón de lluvia tropical en todo el hemisferio occidental.
«La complejidad del sistema de la Tierra es abrumadora, con dependencias y ciclos de retroalimentación en muchos procesos y escalas», advierte el autor correspondiente Efi Foufoula-Georgiou, profesor distinguido de ingeniería civil y ambiental de la UCI y cátedra de ingeniería Henry Samueli.
«Este estudio combina el enfoque de ingeniería del pensamiento del sistema con el análisis de datos y la ciencia del clima para revelar manifestaciones sutiles y previamente no reconocidas del calentamiento global en la dinámica y los extremos de precipitación regional», resalta.
Foufoula-Georgiou avanza que el próximo paso es traducir esos cambios en impactos sobre el terreno, en términos de inundaciones, sequías, infraestructura y cambios en el ecosistema para guiar la adaptación, las políticas y la gestión.