(29 de agosto del 2020. El Venezolano).- El tercer presidente de los Estados Unidos, uno de sus fundadores y autor de la declaración de la independencia americana cuando lo apresaron los británicos y llevaron a la isla de Santa Elena, donde finalmente muere, dijo…“Es un miserable que provocó más dolor y sufrimiento que cualquier otro ser que hubiera vivido recientemente. Después de destruir a su patria, agotó todos sus recursos, físicos y morales, para regodearse en su maniática ambición de poder¿Qué sufrimientos pueden expiar ya?(…) Ha causado la muerte de millones de seres humanos, la devastación de otros países y la despoblación del mío. Todo esto para hacer más ilustres sus atrocidades, para engalanarse a sí mismo y a su familia con diademas y cetros robados.
Su nombre era Nabolione di Buonaparte nacido en la isla de Córcega y voy a referirme brevemente a citas, discursos, éxitos y fracasos militares y políticos por el aniversario 251 de su alumbramiento este domingo próximo pasado.
No es una biografía.
Petit caporal
Testigo y protector de la revolución francesa decidió dar un golpe de estado después de 10 años de terror sangriento, desmanes y saqueos a Francia en 1799. Dijo para acabarla, “Yo soy la revolución, la revolución ha terminado”. Tres años antes con su amigo Paul Barrat jefe del Directorio, Bonaparte toma el mando del ejército francés no sin antes casarse con la amante de este; se dirige a sus hombres harapientos y dice “Soldados, están mal vestidos y mal alimentados, el gobierno les debe mucho. Grandes ciudades y provincias serán suyas, allí hallarán la gloria y la riqueza” nos vamos a Italia, por cierto la confianza de la tropa lo apodó entonces el pequeño cabo, cosa que era de su total gusto. Pasa la frontera, arrasa con el ejército Austriaco acantonado en Lombardía y los obliga a firmar un acuerdo de paz con fuego “ El tratado de Campoformio”, toma el control del norte de Italia, incluyendo a la intocable Venecia quitándole mil años de independencia. No llega a Roma. Organiza todos eso territorios y funda la República Cisalpina. Esa exitosa campaña militar en Italia lo lanza a la política en Francia, publica un periódico para sus tropas -Le journal de Bonaparte et des Hommes Virtues-. Mientras, en París el ala política de la monarquía va retomando terreno peligroso con financiamiento del Papa y Napoleon envía a su mejor general, Augereau a poner orden a punta de cañón y restituye a su títere Barras, al regresar a Francia es aclamado como héroe conquistador. Es su primera vez.
El Despota ilustrado toma el poder
Habiendo probado las mieles del triunfo en batallas y su yo interno en modo “Julio Cesar” le da por colonizar Egipto para “interés comercial”, el Directorio rápido le aprueba la jugada para sacarlo de París y lo dota de recursos económicos y científicos, estaba de moda la Ilustración, llegando abraza el Islam, les dijo a los ciudadanos vengo a liberarlos del yugo Otomano, entre batallas perdidas y ganadas somete al país desértico de cinco mil años, el feudalismo queda abolido, da derechos a los ciudadanos por primera vez, lo llaman el Sultán de Kebir- descubre la piedra Roseta entre otras maravillas y desarrolla el estudio científico del antiguo Egipto, avanza sobre Siria, los derrota, acaba brutalmente con las ciudades costeras Jaffa, Gaza y Haifa -saquearon, violaron y mataron- pasaron por la bayoneta a los Turcos aunque se rindieran, pero la peste bubónica y falta de alimentos diezman su ejército, sale a París en plena revuelta anti revolucionaria de 1799 y deja el desastre causado en manos de su Gral. Kléber. Importante para la próxima entrega es que el almirante británico Nelson ya le había propinado su primera gran derrota en el Nilo hundiendo la flota gala.
A su llegada Francia es un hervidero, el Estado está en banca rota, las protestas son insostenibles tanto del pueblo como de los consejos legislativos, ya nadie respeta al Directorio. Entonces Siyes le pide dar un golpe constitucional con su hermano Lucien, y Talleyrand que se hace efectivo el 18 de Brumario (Noviembre) recuerden que la revolución cambió los días y los meses en una combinación de flora, frutas y estaciones -ridículos y sanguinarios – Napoleón toma el poder redacta una nueva constitución que finalmente fueron dos y es electo Primer Cónsul vitalicio. Para bien o para mal las cartas de la era imperial Napoleónica estaban echadas. Ese primer día en su discurso resalta:
“¡Yo, un mascarón real! ¿Puedo ser comparado con un Luis XVI? Escucho a todo el mundo, pero mi cabeza es mi única consejera. Hay una clase de hombres que ha hecho a Francia más daño que los revolucionarios más furiosos: los frasistas e ideólogos. Espíritus vagos y falsos, habría sido mejor que hubieran recibido algunas lecciones de geometría. Mi política consiste en gobernar a los hombres como quiere ser la mayoría de ellos. Ésa es, según creo, la manera de reconocer la soberanía del pueblo. Haciéndome católico terminé la guerra de Vendée, haciéndome musulmán me establecí en Egipto, haciéndome ultramontano conquisté los ánimos en Italia. Si gobernase a un pueblo de judíos restauraría el templo de Salomón.”
Nos vemos en quince días, ahora es que se pone interesante y de actualidad el tema.@mcarrillodeleon