(15 de julio del 2020. El Venezolano).- El ministro de Salud de Chile, Enrique Paris, ha tachado este miércoles de «inmorales» los disturbios que se produjeron el martes por la noche en Santiago en vísperas de la votación sobre el fondo de las pensiones, por considerar que «agravan los problemas de salud».
Los chilenos fueron convocados por redes sociales a realizar una gran «cacerolada nacional» el martes de cara a la votación de este miércoles en el Congreso sobre la posibilidad de que los trabajadores puedan retirar un diez por ciento de sus ahorros individuales obligatorios, que están gestionados por entidades privadas de fondos de pensiones, reportó Europa Press.
El objetivo de esta medida, que ha impulsado la oposición al Gobierno de Sebastián Piñera, es permitir a los chilenos capear la crisis económica provocada por la crisis sanitaria.
La «cacerolada nacional» derivó en algunos puntos de Santiago en barricadas incendiadas y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Más de 60 personas fueron detenidas, de acuerdo con la prensa chilena.
En este contexto, la portavoz del Gobierno, Karla Rubilar, ha urgido al Congreso a zanjar cuanto antes este tema para evitar una escalada de violencia. Aunque este miércoles reciba la luz verde de los diputados, aún quedará pendiente la ratificación del Senado.
«Hay una clara correlación (…) Lo que se está instalando es que, si el Congreso vota de una manera que a ciertas personas no les gusta, eso puede terminar en hechos de violencia», ha dicho.
POSIBLE RETROCESO
Interrogado sobre esta cuestión en la rueda de prensa diaria para informar sobre el avance de la pandemia de coronavirus en Chile, el ministro de Salud lo ha condenado «con mucha fuerza» porque «pone en riesgo la salud de las personas».
«La violencia y los desórdenes son inmorales desde mi punto de vista y, en la situación actual, agravan los problemas de salud, debilitan la capacidad de respuesta de la sociedad y obviamente que aumentan el desafío de combatir la pandemia», ha avisado.
Paris ha reprochado que «mientras unos arriesgan su vida e incluso la de sus hijos, otros salen a protestar, destruyen, vandalizan la ciudad y, obviamente, al no cumplir las normas sanitarias, favorecen la propagación viral, rompen la cadena de trazabilidad y la cadena de atención».
Así las cosas, ha instado a los chilenos a que, «si quieren protestar que lo hagan pacíficamente, por los medios que corresponde», porque «la violencia no conduce a nada». «Para responder a este desafío necesitamos unidad», ha subrayado.
Desde la oposición, los principales partidos han condenado la violencia, si bien han pedido al Gobierno que escuche a la ciudadanía, que ya salió a protestaR masivamente el pasado mes de octubre, con un saldo de más de 20 muertos, propiciando un proceso constituyente para corregir las desigualdades sociales.
«Nosotros siempre hemos condenado la violencia, pero el Gobierno debe hacerse cargo de que, con su desidia e insensibilidad social ante la crisis, con medidas tardías e insuficientes, ha profundizado el malestar ciudadano. Es urgente que el Gobierno rectifique», ha dicho a ‘El Mercurio’ el presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde.
MÁS DE 320.000 CASOS Y 7.000 MUERTOS
Entretanto, el Ministerio de Salud ha informado este miércoles de que en las últimas horas se han registrado otros 1.712 casos y otras 117 muertes por coronavirus para un balance total de 321.205 personas contagiadas y 7.186 fallecidas.
Del total, las autoridades chilenas han precisado que 21.934 casos siguen activos, entre ellos 1.878 ingresados en cuidados intensivos, de los cuales 345 están graves, mientras que 292.085 «ya se encuentran recuperados».
En opinión de Paris, estas cifras confirman que el país sigue «avanzando levemente» en su lucha contra el virus. «La variación de los casos confirmados a nivel nacional sigue disminuyendo, -14% en siete días y -36% en 14 días», ha destacado.
No obstante, ha vuelto a expresar su preocupación por «los lugares donde hay aumento de casos», mencionando en concreto las regiones de Atacama y Arica. Así las cosas, ha indicado que las cuarentenas vigentes se mantendrán al menos otra semana.
Piñera se negó a declarar una cuarentena nacional para mitigar el impacto económico de la crisis del coronavirus, pero sí ha impuesto cuarentenas por territorios que ha ido modulando en función de la incidencia del virus en los mismos. En estos momentos, afectan a nueve millones de personas.