(15 de enero del 2020. El Venezolano).- El médico derechista Alejandro Giammattei asumió como presidente de Guatemala en sustitución del impopular Jimmy Morales, con la promesa de atacar la corrupción y contener los elevados índices de pobreza.
Giammattei, de 63 años de edad, fue juramentado como el 51° presidente de Guatemala, puesto que alcanzó en su cuarto intento al vencer en un balotaje en agosto a la ex primera dama Sandra Torres, quien posteriormente fue arrestada por un caso de financiamiento ilícito en su campaña de 2015.
Acudieron a la ceremonia los presidentes Iván Duque, de Colombia; Lenin Moreno, de Ecuador; Nayib Bukele, de El Salvador; Juan Orlando Hernández, de Honduras; Laurentino Cortizo, de Panamá y Danilo Medina, de República Dominicana.
Previo a la juramentación de Giammattei, los nuevos diputados para el periodo 2020-2024 eligieron su nueva directiva de un año, quedando como presidente el oficialista Allan Rodríguez.
Rodríguez será el encargado de tomar juramento al nuevo gobernante en el Teatro Nacional de la capital. El acto está retrasado por la maratónica sesión en el Congreso.
El presidente salvadoreñoBukele tuiteó que aprovechó la demora para invitar al colombiano Duque a una reunión bilateral.
De carácter fuerte, Giammattei, quien ganó notoriedad en Guatemala como director de las cárceles públicas entre 2006 y 2007, prometió en campaña atacar la pobreza, que asegura conocer de cerca y que espera reducir a 25% para 2032.
La pobreza afecta a 59,3% de los 15 millones de habitantes en Guatemala. Es uno de los factores que impulsan la migración ilegal de miles de guatemaltecos cada año a Estados Unidos.
Para alcanzar sus objetivos, Giammattei le apuesta al Plan Nacional de Innovación y Desarrollo que tiene como pilares la economía; competitividad y prosperidad; el desarrollo social; la gobernabilidad y la seguridad.
Expectativa
El próximo presidente tendrá como reto revivir la lucha contra la corrupción que no pudo liderar Morales.
El presidente saliente fue electo en 2015 cuando el país atravesaba una crisis por revelaciones de un fraude en las aduanas dirigido por el entonces mandatario Otto Pérez, que generó el rechazo popular a los políticos tradicionales.
Pérez renunció en setiembre de 2015, cuatro meses antes de que terminara su mandato, y actualmente guarda prisión a la espera de un juicio.
Los guatemaltecos vieron a Morales, ajeno a la política y conocido por sus actuaciones en la televisión, como la persona que atacaría la corrupción. Pero su gestión se caracterizó por pugnas contra la desaparecida Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.
La Cicig, dirigida por el ex juez colombiano Iván Velásquez, ayudó a la fiscalía a destapar el caso de Pérez y otros procesos que involucraron a Morales y sus familiares, así como a poderosos empresarios considerados intocables.
Morales, al denunciar que la Cicig estaba sobrepasando sus funciones, se negó a pedir a la ONU una ampliación del mandato de la misión. La misma cerró sus puertas en setiembre pasado tras 12 años de labores.
Giammattei, quien también fue señalado por la Cicig de una matanza de reos durante su gestión en presidios y quedó desligado por falta de pruebas, no se opuso al cese de la misión.
Con información de AFP