(16 de Diciembre del 2019. El Venezolano).- Tres candidatos, entre ellos el actual titular, Luis Almagro, aspiran a dirigir la Organización de Estados Americanos (OEA), que elegirá el próximo año a su secretario general en una América agitada por protestas y con Venezuela como un tema que divide la agenda común.
Hasta este domingo, cuando concluye el periodo oficial de presentación de candidaturas, aunque no hay impedimento para recibir postulaciones posteriormente, el abanico de aspirantes lo completaban el embajador de Perú en EE.UU., Hugo de Zela, y la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa.
Una elección con candidaturas individuales
La designación del nuevo secretario general está prevista para el 20 de marzo de 2020 en una Asamblea General, el foro político más importante de la organización y en el que participan los 34 países que son miembros activos de la OEA (Cuba es integrante pero no participa desde 1962).
El ganador deberá conquistar al menos 18 votos.
En esta ocasión, el proceso no seguirá la tradición: por primera vez dos de los candidatos -Almagro (uruguayo) y Espinosa (ecuatoriana)- no son postulados por sus países de origen.
“Eso rompe la tradición, pero no hay ninguna reglamentación que evite que ningún candidato individualmente se postule”, explicó a Efe Diego Area, director asociado del Atlantic Council para el caso de Venezuela.
Pero además la contienda tendrá como escenografía una América sacudida por movilizaciones sociales en distintos países y con Venezuela como tema obligado para quienes respaldan o critican a Almagro, duro con el Gobierno de Nicolás Maduro y quien se ha sumado a los apoyos internacionales al líder opositor Juan Guaidó.
“Venezuela se ha convertido en un tema polémico y polarizante, que además ha sido la punta de lanza de la primera gestión de Luis Almagro”, señaló Area.
También las protestas que recorren las calles de distintos países de América pueden tener eco en el organismo interamericano, que para este analista debe, “como espacio de debate y también de acción regional”, replantearse una renovación, repensar su rol y “dar una discusión de cuáles son los temas que hoy están afectando de forma más profunda a la región”.
Almagro tras la reelección
Para la elección de marzo, Almagro confirmó desde diciembre pasado su intención de extender su permanencia en el cargo, cuyo periodo concluye en mayo próximo.
El presidente de Colombia, Iván Duque, ha respaldado la continuidad del diplomático uruguayo, que, sin embargo, no cuenta con el visto bueno de su país.
En agosto pasado, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, que precisamente en marzo debe entregar el mando a su sucesor, Luis Lacalle Pou, discrepó en una misiva de la posición colombiana y consideró “indispensable abrir un espacio a los países miembros para darles la posibilidad de presentar otros candidatos”.
Expertos indicaron a Efe que, además de Venezuela, los “vaivenes” de Almagro ante Bolivia, donde en principio apoyó la reelección del expresidente Evo Morales -quien abandonó Bolivia el pasado 11 de noviembre después de que las Fuerzas Armadas le forzaran a dejar el cargo tras las irregularidades advertidas por la misión de la OEA en la votación del 20 de octubre-, pueden jugar en su contra.
Con información de EFE