(19 de septiembre del 2025. El Venezolano).- En una decisión que marca un precedente diplomático, la Asamblea General de la ONU aprobó este viernes, por una mayoría aplastante de 145 votos a favor y solo cinco en contra, permitir que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, participe por videoconferencia en la 80ª sesión del organismo multilateral.
La medida responde directamente al veto impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, que negó visados de entrada a Abás y a cerca de 80 miembros de la delegación palestina, alegando vínculos con el terrorismo. Esta acción ha sido ampliamente criticada por contravenir el Acuerdo de Sede entre la ONU y EE. UU., que obliga al país anfitrión a garantizar el acceso de todas las delegaciones oficiales, sin discriminación política.
¿Qué implica este veto y la respuesta de la ONU?
- Choque diplomático: El veto estadounidense ha tensado aún más las relaciones entre Washington y los países que apoyan la causa palestina. China, Rusia e Irán, entre otros, recordaron que EE. UU. no puede usar su rol de anfitrión para bloquear voces disidentes.
- Reacción global: La votación refleja un consenso internacional en favor de la participación palestina. Incluso países que suelen alinearse con EE. UU., como Hungría y Argentina, optaron por abstenerse o ausentarse de la sesión.
- Impacto simbólico: Aunque la videoconferencia no reemplaza la presencia física, permite que Palestina tenga voz en el plenario y en la conferencia de alto nivel sobre la solución de dos Estados, donde se espera que varias potencias reconozcan oficialmente al Estado palestino.
- Mensaje político: El embajador palestino, Riyad Mansour, calificó la negativa de visados como “un abuso de autoridad” y agradeció el respaldo de los países que votaron a favor. “Tenemos derecho a estar con ustedes, a compartir nuestras ideas pacíficamente y de manera civilizada”, expresó ante el plenario.
¿Qué sigue? La intervención de Mahmud Abás por videoconferencia está prevista para la próxima semana. Mientras tanto, el debate sobre el cumplimiento de los acuerdos internacionales por parte de EEUU continúa, y la presión diplomática para reconocer a Palestina como Estado miembro gana fuerza.