(11 de marzo del 2025. El Venezolano).- A tres semanas del vencimiento del TPS para venezolanos, beneficio migratorio que protege a 348.000 de estos nacionales, Doral, la ciudad con mayor concentración de migrantes de ese país en Estados Unidos, ha comenzado a sufrir las consecuencias, de acuerdo a opinión de políticos, empresarios y residentes.
Conocida como «Doralzuela», la ciudad situada al noroeste de Miami alberga a más de 84.000 residentes, de los cuales más de 40% tienen raíces en Venezuela.
«Gran parte de nuestra comunidad venezolana tiene TPS. Muchos son dueños de negocios. Otros son trabajadores que han desempeñado un papel crucial en mantener nuestra economía en auge», expresó el concejal Rafael Pineyro, nacido en Caracas, de acuerdo a nota de El Nacional.
Doral, según la Alcaldía, alberga ciudadanos de 18 países; sin embargo, «en cada empresa, en cada negocio, se encuentran empleados venezolanos, muchos trabajando legalmente gracias a las dos medidas del TPS», indicó Pineyro. El TPS, otorgado a dos grupos de venezolanos desde 2021 (hay un segundo que se vence en septiembre), «permitió a muchos en la comunidad contraer vínculos financieros como la compra de vehículos y hasta hipotecas», agregó el concejal.
El temor a lo que sucederá a partir del 7 de abril, cuando se vence el primer TPS, por órdenes del gobierno de Donald Trump, se siente en cada rincón de Doral.
«La gente ya se ha empezado a esconder y a ahorrar. Tengo muchos amigos con TPS que se están preparando para funcionar como indocumentados«, contó un vendedor de un concesionario de autos, quien, al igual que otros entrevistados, pidió que no se revelara su nombre.
Reveló que su empresa ha registrado la devolución de 162 vehículos en las últimas semanas. «Los habían sacado para trabajar en negocios de repartición de comida o de productos de supermercados, o hasta choferes de Uber y Lyft, pero tienen miedo que eso los haga más vulnerables si hay redadas de deportación», señaló.
El icónico restaurante El Arepazo, considerado el epicentro de los venezolanos en la zona, ha visto reducida su clientela. «Nunca lo he visto así. Acá había que hacer cola (fila) todo el tiempo, más a la hora del almuerzo», contó un solitario comensal.
El concejal Pineyro indicó que aun cuando la iniciativa postergue el fin del TPS, sería una solución temporal. «Nuestra meta como comunidad es crear una solución permanente para los venezolanos, y los inmigrantes de bien, sean donde sean, que sigan beneficiando a sus comunidades y a todo el país», subrayó.