(20 de enero del 2025. El Venezolano).- La ciudad de Cúcuta, limítrofe con Venezuela, se ha convertido en un símbolo del sufrimiento humano causado por el conflicto armado en la región del Catatumbo y es el lugar donde en los últimos días han llegado centenares de personas huyendo de la violencia desatada entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las FARC.
Familias enteras, muchas de ellas con niños pequeños y mascotas, han llegado cansadas y desoladas a esta ciudad, capital del departamento de Norte de Santander, desde que comenzaron los enfrentamientos entre el ELN y una disidencia de las FARC, que ha dejado decenas de muertos y más de una veintena de heridos, según informó este domingo el gobernador de este departamento colombiano, William Villamizar, indica EFE.
El Estadio General Santander no acogerá los habituales partidos de fútbol dominicales, ya que se ha transformado en un punto de encuentro improvisado donde han llegado hoy mismo cerca de 2.000 desplazados en busca de protección, mientras la crisis humanitaria se agrava con cada día que pasa.
Doña María, quien no quiere dar por miedo su verdadero nombre, no pudo contener las lágrimas al expresar el dolor que siente al salir de La Gabarra con sus hijos y nietos. «En Cúcuta no tenemos familia, y nos vinimos para que nos ayuden. La situación es muy crítica», dijo la mujer, quien además expresó que dejó en su finca 14 cerdos y gallinas, su sustento.
A medida que pasan las horas, llegan más familias con rostros cansados; padres que cargan a sus pequeños en brazos y niños que, a pesar de la adversidad, intentan encontrar alegría en medio del caos. Muchos han dejado atrás sus hogares y sus tierras, forzados por el conflicto armado que ha vuelto a revivir las cicatrices de los antepasados.