(25 de octubre del 2024. El Venezolano).- Siete ciudadanos judíos de Israel, arrestados el mes pasado, enfrentan cargos por espionaje para Irán. Según la Fiscalía, los acusados —todos ellos residentes de Haifa y el norte del país— llevaron a cabo centenares de misiones por encargo del enemigo israelí, recibiendo por su labor un total de 300.000 dólares que repartieron entre todos.
Se estima que participaron en 600 misiones para Teherán, tomando fotos de la Cúpula de Hierro instalada en la zona de Haifa, edificios gubernamentales en la ciudad, los puertos de Haifa, Ashdod y Eilat, la central eléctrica de Hadera y del globo de observación de las Fuerzas de Defensa de Israel en el cruce de Golani, en la Baja Galilea.
Las bases militares que terminaron en el foco de sus cámaras fueron las aéreas de Nevatim, Ramat David, Tel Nof y Palmachim, así como las de Beer Tuvia, Kiryat Gat, Emek Hefer y el complejo Glilot, ubicado al norte de Tel Aviv. Por cada tarea cumplida los espías judíos recibían entre 500 y 1.200 dólares.
La red de espías estaba encabezada por Azis Nisanov, según los fiscales israelíes, y Alexander Sadykov era el suplente que dirigía a otros agentes. Entre los acusados también hay dos menores de edad de 16 y 17 años. Los demás participantes de la red desmantelada son Vyacheslav Gushchin, Yevgeny Yoffe y Yigal Nissan. Nisanov inventó la historia de que eran guías turísticos para utilizarla como tapadera.
El 14 de abril, el día después del ataque iraní con misiles balísticos y drones, los sospechosos fueron enviados a la base aérea de Nevatim para hacer fotos. Además, a Nisanov le pidieron que buscara detalles sobre el coche, los familiares y el horario de un experto en ingeniería gasística de la Universidad de Haifa que había dado conferencias sobre Irán.