(16 de agosto del 2024. El Venezolano).- Ante la situación tan grave que agobia al país por todos sus frentes, a causa de las políticas torpes por su desfase que durante poco más de un par de décadas se ha pretendido imponer a nuestra población, de cultura capitalista, más no inhumana; tampoco, de extrema derecha, tal y como los socialistas han pretendido hacernos creer, al intentar deformar nuestros hábitos tradicionales de trabajo y esfuerzo propio, lo cual conllevó la crisis sociopolítica actual, que nos ha llevado por vías confusas e inciertas, se impone que los presidentes a reunirse con Maduro le expongan, por el bien y futuro de la institucionalidad venezolana, las condiciones actuales de involución en que nos hallamos, por lo cual se hace necesario un diálogo abierto con la oposición ganadora de los comicios recién efectuados, por cuya actitud tras poco más de un par de semanas de estos, todo Venezuela se encuentra enrevesada y perdida en medio de un maremágnum de confusiones e incertidumbre. De ahí, la importancia de convencerle sobre una transición democrática, mediante la disuasión de su avidez política por el poder, en el cual no le es posible proseguir; concepto tal vez mal entendido en virtud de su ideología, desfasada, de bases ácratas y seudoigualitarismo, quien enfermizo, ha traído pobreza extrema y penuria a sus gobernados, quienes hartos de su megalomanía votaron abrumadoramente y con una notoriedad irrebatible, según actas por su máximo y único opositor, Edmundo González Urrutia, a quien avaló la lideresa María Corina Machado; dama audaz y oportuna, de armas tomar e impedida políticamente por temor a moverles en una contienda electoral.
Por: Isaías Márquez
Y, es así, cómo distraen la atención del país y del mundo íntegro, quizá a objeto de ganar tiempo en la urdimbre de sus planes de continuidad usurpadora en el poder y proseguir con sus amedrentamientos forjadores de alejamiento.