(02 de mayo del 2024. El Venezolano).- El candidato presidencial Enrique Márquez, se pronunció sobre el incremento salarial emitido por el gobierno de Nícolas Maduro, en la que afirmó que siguen «aferrado a su estrategia de bonificación, ha pulverizado todo vestigio de estabilidad económica y derechos laborales. Su gobierno, una máquina de destrucción sin igual en la historia reciente, no solo ha colapsado la economía nacional, sino que ha llevado a la ruina el salario y las prestaciones que antes eran el orgullo de los trabajadores venezolanos. Los bonos que reparte con la mano izquierda, con la derecha los destruye al igual que lo hace con el Bolivar y la economía venezolana».
«Los obreros, los empleados públicos y privados, y en general todos los que dependen de un salario para sostener a sus familias, ahora tienen que pagar el precio de la corrupción rampante y la incompetencia institucionalizada de un gobierno que no conoce el mínimo pudor. Las prestaciones, esos beneficios conquistados con sangre, sudor y lágrimas a lo largo de décadas de lucha obrera, han sido reducidas a polvo cósmico por un esquema de bonos irrisorios que no alcanzan para nada. Como si todo el sacrificio de generaciones anteriores no valiera más que una cifra insignificante en un balance gubernamental», puntualizó Márquez.
En este sentido, señaló que «Maduro, con su retórica hueca y promesas vacías, demuestra que no tiene intención alguna de cambiar el rumbo. Cada medida que toma, cada decreto que emite, cada discurso que pronuncia, no hace sino confirmar que, bajo su liderazgo, el futuro es un espejismo».
En lugar de asumir la responsabilidad por el caos que ha creado, Maduro prefiere culpar a las fuerzas externas, a las conspiraciones internacionales y a cualquier otra excusa conveniente. Pero la verdad es que su régimen es un callejón sin salida, un pozo sin fondo de desesperanza. Los trabajadores lo saben, los estudiantes lo saben, los migrantes lo saben, y cada vez más, el mundo también lo sabe. Con Maduro al mando, el futuro es un lujo inalcanzable y el presente una lucha constante por sobrevivir.