(25 de marzo del 2024. El Venezolano).- Douglas, allí te envío mi Libro “Purpura” para que de seguro le eches una lectura, me decía anoche desde Bogotá Olguita. Aquí en Medellín, todavía ando extasiado y exaltado por la fuerza irreverente de la Poesía derramada en las letras insurgentes de mi amiga.
No soy yo quien pudiera describir el contenido de su obra esparcida en Púrpura, por eso que sea ella quien nos lleve con su voz contestataria de mujer a su poesía irreverente, en estos días donde quien nos gobierna se ha empeñado en subyugar los derechos de la mujer venezolana.
“Como el vagabundo, he escogido el color púrpura, porque es el que identifica a aquellas instituciones que luchan en defensa de la mujer, ante la violencia de la sociedad que muchas veces le niega sus derechos y la desatiende cuando protesta y denuncia; el color que se acerca a la dignidad humana, que florece cada vez que somos capaces de plantar semillas de coraje para que éstas estallen bajo tierra, florezcan y den frutos en todos los lugares del mundo”.
De su Poesía Olga Díaz hace su batalla diaria por su patria herida por el misógino que se enseñorea contra las mujeres de nuestro sufrido país.
SIN SABER QUÉ HACER
Me tiendo sobre el lecho
de mi bogotano destino
mis manos temblorosas
sostienen mi cabeza
con su sueño desecho
a fuerza de olvido
entre espinas y rosas
estalla mi tristeza
bandolera irreverente
de mis noches y días
agitando mi pecho.
No hay más brillo
en mis ojos
que lágrimas cayendo
cava el silencio un hoyo
a mis despojos
añorando la espuma
del mar de mis ancestros.
Ya no sé si estoy viva
o si estoy muerta
o si acaso ya formo parte
de lo incierto
arranco la maleza
para inventar caminos
pero no tengo fuerzas
para marcar las huellas
de mis pasos dormidos.
Me ahoga mi destierro
mientras veo que se hunde
mi último barco de papel
en un mar embravecido.
Grito ¡Venezuela!
y se eriza mi piel
tan árida que duele
cuando la lluvia fría
comienza a caer.
Nada como mi tierra
nada como su brisa
que me lanza al piso
si no me agarro bien.
¡Dios
no me dejes morir fuera
permíteme volver
a Venezuela!
Amén.
Olguita. Que tu “Purpura” definida por mi como insurgente se abra camino de éxitos.