(14 de marzo del 2024. El Venezolano).- Ante la fecha acordada por consenso político para los comicios presidenciales 2024, en medio de una incertidumbre política premeditada, debido por una parte a la inhabilitación de la principal e insustituible de su candidata, doña María Corina Machado Purisca, y por otra, la pretensión de Nicolás Maduro a reelegirse, tema algo confuso por publicación de encuestas que dejan, aún, visos aleatorios, con la agravante de que MCM está impedida dualmente, por la justicia y la Contraloría para optar a cualquier elección popular, cuya candidatura debería inscribir, según el cronograma electoral, entre 21-25/3; lo que ha derivado en una incerteza crítica de los escenarios políticos del país ante una inviabilidad irrefutable de su concurso tan por su imprescindibilidad, ante la reacción de EEUU por un incumplimiento hipotético de las normas pertinentes.
Por Isaías Márquez
Es de suponerse que el régimen lograría consumar con creces su proyecto desvirtuador de expectativas de triunfo que María Corina como lideresa exclusiva de la oposición ha logrado capitalizar y aglutinar en medio del maremagno oficialista del poder por el poder y la ley de ventaja a un candidato, que el resto de la oposición podría nombrar con miras a dispersar las fuerzas opositoras y provocar una disipación significativa del escenario político puesto que la avidez política es inmensurable y en la misma, como en relaciones internacionales no existen amigos sino oportunismos.
De cualquier modo, María Corina y su equipo deberían proseguir buenamente, sin desasosiego su campaña hasta el final; sin actitudes de algún afecto suyo que pudiese sugerirle al régimen actos conspiratorios. Y, en unos 120 días para la fecha decisiva no hay tiempo a perderse. Porrazos y/o machetazos sería lo más inviable.