(05 de febrero del 2024. El Venezolano).- En una jornada cargada de tensión, el exfutbolista brasileño del F.C. Barcelona, Dani Alves, enfrentó la primera sesión del juicio por la presunta violación a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 31 de diciembre de 2022. El deportista, quien ha estado en prisión provisional desde su detención 20 días después del incidente, mantiene su posición de ser víctima de un «juicio paralelo» y «una condena social».
La abogada de Alves, Inés Guardiola, argumentó que se ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia de su defendido, solicitando la nulidad del juicio. La fiscal, en respuesta, destacó la inevitable dimensión mediática de los delitos que involucran a personajes públicos.
Este juicio, el primero bajo la ley del ‘solo sí es sí’, enfrenta al exfutbolista a una petición de nueve años de cárcel por parte de la Fiscalía, mientras que la acusación particular solicita 12 años y la defensa busca la absolución.
La primera jornada se centró en la declaración de la víctima, una joven de 23 años, que testificó protegida por un biombo y con voz distorsionada para preservar su identidad. En un ambiente cerrado, la joven describió el presunto ataque en el reservado VIP de la discoteca, mientras que la defensa de Alves insiste en que las relaciones fueron consensuadas, señaló RT.
La versión de Alves ha cambiado en múltiples ocasiones desde la denuncia inicial. Inicialmente negó conocer a la joven, luego admitió conocerla pero negó las relaciones sexuales. Posteriormente, ante pruebas biológicas, afirmó que la joven le practicó sexo oral de manera consensuada.
La revelación más reciente, alegando embriaguez, podría ser clave en la sentencia. El código penal español considera la embriaguez como atenuante, permitiendo aplicar penas en la mitad inferior del rango establecido. Con penas potenciales de 4 a 12 años, el tribunal deberá considerar este nuevo alegato al emitir su veredicto.
El juicio, que se extenderá por tres días, contempla la declaración de 28 testigos, incluyendo personal de la discoteca, amigos, agentes de policía y peritos. La intensidad del caso se refleja en la presencia de 70 medios de comunicación acreditados, aunque se restringirá la difusión de imágenes y sonido para preservar la identidad de la víctima. El veredicto determinará el futuro del exfutbolista y arrojará luz sobre la aplicación de la nueva legislación en casos de agresión sexual en España.