(02 de enero del 2024. El Venezolano).- Sin tener «las ganas de inventar el agua clara», muchos expertos dan por favorito a los Dodgers de Los Ángeles para la temporada 2024 en las Grandes Ligas, tras las adquisiciones de los japoneses Shohei Ohtani y Yoshinobu Yamamoto (quienes se han convertido en lo más viral de las redes, en el deporte mundial), pero hay un factor que los fanáticos deben considerar para tratar de ver si se concreta este favoritismo… Eso no es otro que el mánager Dave Roberts.
Por Eliéxser Pirela Leal
Ohtani, una especie de extraterrestre que es capaz de pelear por el premio Cy Young entre los lanzadores y los títulos de jonrones y remolcadas entre los bateadores, que como todos sabemos firmó con los Dosgers por 700 millones de dólares por 10 años (promedio de 70 millones por campaña) y la sensación del picheo nipón, Yamamoto, quien rubricó por 325 millones por 12 temporadas; sin dudas ayudarán al equipo de Los Ángeles a pensar en las maravillosas cifras de 115 o tal vez 120 victorias en la zafra, porque unirán todo su talento con las ya comprobadas estrellas Freddy Freeman, Mookie Betts, Clayton Kershaw, los venezolanos David Peralta y Miguel Rojas, Max Muncy y Tony Gonsolin, entre otros.
Pero es que, y ojalá podamos explicarnos bien, esas dos importantes piezas no han hecho falta para que el equipo haya sumado 710 ganancias y solo 425 derrotas en siete de los ocho años con Roberts como estratega. Y si consideramos esa octava temporada, la de la pandemia, en la que apenas se programaron 60 juegos y «Los Esquivadores» terminaron con registro de 43-17 y su único anillo con este timonel; tenemos que concluir que los Dodgers han sido el equipo más consistente, en la ronda regular, de los ocho más recientes años en las mayores.
Registro impresionante
Se dice fácil tener marca de 101-60 (exactamente 101,4 y 60,6) en siete años, sin sumar la extraordinaria zafra recortada de 2020. Al ritmo que lleva Roberts, si sigue dirigiendo a los Dodgers, repitiendo lo hecho hasta ahora, en ese mismo lapso tendrá cifras dignas para el Salón de la Fama, pero surge la duda o la interrogante… Habrá algún mánager que no tenga ese pergamino con una nómina tan letal? Creemos que no hay que ser un genio para ganar tantos juegos con unos jugadores tan rendidores como los del equipo de los Dorgers. Es más, creemos que es más dificil perder que ganar con esa plantilla.
Si consideramos que Roberts solamente puede presumir de un anillo de campeón, el ganado a los Rayas de Tampa Bay en el año del recorte del calendario; entonces tenemos que afirmar que de sus 8 años de responsabilidades con el equipo azul apenas ha tenido una campaña victoriosa y siete en las que ha fracasado.
Hay que hacer un paréntesis a esta alturas del análisis. Por ejemplo, para los Cascabeles de Arizona que perdieron la Serie Mundial ante los Vigilantes de Texas el pasado mes de octubre, nadie puede decir que fue un mal año. Por el contrario, resultó una campaña muy positiva porque por ese equipo nadie pensó, durante el spring traininng, que podría estar en la postemporada y mucho menos que serían los campeones del Viejo Circuito. Indudablemente fue un año positivo para los ofidios… Pero que un equipo que tenga etiqueta de campeón en cada una de sus ochos más recientes campañas, no gane la Serie Mundial, ahí si se debe ver con un año nada bueno.
Falla en «la chiquita»
Con varias campañas superando las 100 victorias, pero con siete postemporadas decepcionantes (a pesar de un récord positivo de 45-39), los analistas consideran que, bajo esas circunstancias, las estrategias tomadas por «el factor Roberts» no han sido las más efectivas; y esa ha sido la constante en los resultados de Dave Roberts: Sacar al abridor cuando aún puede dar más y al relevo lo masacran; o por el contrario, dejar al abridor en situación de peligro y le sentencian el juego sin utilizar a sus relevistas (en verdad es una paradoja, pero a los buenos mánagers le resultan positivos eso movimientos… Preguntémosle a Bruce Bochi o a Joe Torres); traer al bateador emergente ideal o dar la orden para un sacrificio o bateo y corrido en el momento justo. A Roberts eso le ha funcionado muy poco.
Veamos como le ha ido al «Factor Roberts» en las 8 postemporadas a las que ha llevado a su equipo: En 2016 perdió la Serie de Liga ante los Cachorros de Chicago (4-2); en 2017 perdió la Serie Mundial antes los Astros de Houston (4-3); en 2018 igualmente perdió el Clásico de Otoño frente a los Medias Rojas de Boston (4-1); un año después perdió en la serie divisional ante los Nacionales de Washington (3-2); en 2021 perdió la serie de Campeonato de Liga ante los Bravos de Atlanta (4-2); luego en 2022 perdió la serie de División ante los Padres de San Diego (3-1) y este año que está por culminar perdió ante los Cascabeles de Arizona, también en la serie divisional y por barrida (3-0). Únicamente ganaron el Clásico de Octubre de 2020 sobre los Rayas de Tampa Bay (4-2).
Después de todo ese análisis, reiteramos la importancia de adquirir a estos dos fenómenos japoneses, que sin dudas van a fortalecer al equipo más fuerte; pero en la afición del equipo y en los análisis de los expertos sigue rondando el fantasma del factor «Dave Roberts» en la cueva de los «Esquivadores» de Los Ángeles, que en nada sorprenderían si ganan 120 juegos en la zafra 2024; pero igualmente no sorprendería que vieran la Serie Mundial desde sus casas. Aunque el sentido común nos dice que en la ciudad más importante de California están cerca de celebrar otro título de Serie Mundial.