(30 de junio del 2019. El Venezolano).- Juan Guaidó cumple cinco meses desde que fuera reconocido como presidente encargado de Venezuela por la Asamblea Nacional y más de 50 países del mundo, incluida España. Desde entonces desafía el control del Poder Ejecutivo aún en manos de Nicolás Maduro, a quien califica de «usurpador». Su estrategia no ha logrado, hasta ahora, desalojar al chavista del poder. Pero lo sigue intentando. En el camino han quedado más de 20 diputados y otros aliados perseguidos, exiliados o encarcelados; está vetado de los medios de mayor audiencia por censura oficial; cuando habla para medios digitales el Gobierno restringe plataformas como Youtube, reseñò La Razón
Hace semanas que no protagoniza actos multitudinarios en Caracas, aunque los fines de semana viaja al interior del país y convoca a grandes cantidades de personas en lugares donde la precariedad económica y de servicios básicos golpea infinitamente más duro que en la capital. Al volver a su casa, cuenta, se encuentra con los grifos secos. Él también debe bañarse con potes, pues el agua es un lujo de pocas horas a la semana, si acaso.
Entretanto, en Venezuela se suceden conspiraciones. El ex jefe del Sebin, Manuel Cristopher Figuera, confesó detalles de la ocurrida el 30 de abril, que Guaidó define como el resultado del mensaje enviado a los cuarteles sobre la amnistía a quien aporte a sustituir al Gobierno. Este 26 de abril, el régimen desveló otra, una más de casi una decena que ha denunciado en lo que va de 2019.
El líder opositor ha hablado tan solo una vez más con el ahora exiliado Figuera, y jura que intenta mantener canales de comunicación abiertos con quienes, como él, puedan socavar el poder en Miraflores. «No es sencillo. Es riesgoso. Vivimos en dictadura. El contexto es de persecución, de tortura».
– Cristopher Figuera y Hugo Carvajal, ambos ex jefes de inteligencia del chavismo, revelan que en Venezuela opera Hizbulá, el ELN, grupos irregulares… ¿Cómo lidiar con la posible presencia de grupos calificados como terroristas en un Gobierno post Maduro?
– Es uno de los riesgos que tenemos hoy en Venezuela y en la región. El ELN se convierte en una fuerza irregular binacional, y busca financiación en la extracción de oro y piedras preciosas en Venezuela, y construyendo pistas de despegue clandestinas de narcotráfico. Maduro está en una línea delgada de ser un Estado fallido y un Estado patrocinador de terrorismo. Y creo que se mueve además en las dos áreas.
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– Figuera confirma el control de Cuba sobre el régimen chavista. Si la isla es el poder detrás del poder, ¿es por Cuba por donde pasa la salida de Nicolás Maduro del poder?
– Es el sostenimiento de Nicolás Maduro. Es distinto. Países del Grupo de Lima tratan de facilitar que Cuba sea parte de la solución y no del problema. Creo que es acertada la presión de aliados importantes como EE UU. Creo que sí, parte de la solución depende del Gobierno cubano.
– Han pasado casi dos meses del 30 de abril. ¿Se descarta que a día de hoy ocurra un levantamiento militar, pero que sí que se produzcan los resultados esperados?
– Lo que esperamos es que las Fuerzas Armadas en pleno, que han funcionado como corporación generalmente, se pongan del lado de la Constitución. Es evidente que hay un descontento profundo en la FAN. ¿Cree la dictadura que se puede sostener con el descontento de la FAN? ¿Cree el Alto Mando que puede mantener una FAN sin apresto operacional, sin un salario digno, sin el respeto al ejercicio de la soberanía?
– Además de la liberación de Leopoldo López, ¿dejó algo positivo el 30 de abril?
– Sin duda, muchas cosas. El mundo tiene la evidencia incontrovertible del descontento dentro de la Fuerza Armada, pero también de los tipos de solución con definiciones de personal interno del régimen. Hoy hay voces disidentes, denuncia internacional, claridad en cómo actuar con respecto a los que se pongan del lado de la Constitución para incluso retirar sanciones. Yo creo que fue productivo el 30 de abril.
– ¿Qué cree que pasaría si a usted lo encarcelan mañana?
– Sería un catalizador aún más rápido para un ejercicio de transición.
– Ha dicho reiteradamente que todas las opciones están sobre la mesa. En este momento, ¿cuál cree que pesa más, una opción militar o una negociación?
– Creo que sería un error verlas por separado, porque estamos enfrentándonos a una dictadura. La gran pregunta es, ¿cuál es el desenlace de esto, si a través de «quiebre militar» o a través de la facilitación de los países del grupo internacional, de Noruega, de algunas de las otras iniciativas? Para nosotros los venezolanos, hoy es la que sea más rápida, con menor costo social, que traiga estabilidad, gobernabilidad.
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