(24 de octubre del 2022. El Venezolano).- La mayoría de las personas tienen ideas claras sobre lo que constituye engañar en una relación.
Las parejas en una relación monogámica convencional generalmente piensan que cualquier contacto sexual con un tercero es una traición, mientras que muchas parejas con relaciones más abiertas a menudo tienen reglas claras sobre lo que cuenta y lo que no cuenta como infidelidad física.
Pero mientras que la infidelidad física puede ser fácil de definir, la infidelidad emocional puede ser un campo minado. Aunque la frase es muy conocida, las personas tienden a tener ideas diferentes de lo que significa ser infiel emocionalmente.
¿Es una copa con un colega que podría atraerte? ¿Qué tal intercambiar mensajes frecuentes con alguien que tu pareja percibe como una amenaza? ¿O qué hay de dejar comentarios levemente sugerentes en la publicación de las redes sociales de un extraño?
Lidiar con diferentes definiciones de infidelidad emocional puede ser un desafío para las parejas, y una falta de coincidencia en las expectativas podría amenazar una relación.
Pero no siempre ha sido así. El concepto de fidelidad emocional es relativamente nuevo, producto de cambios sociales que han dado forma a lo que las personas esperan de las relaciones, más allá de las necesidades básicas.
Hoy en día, la gente generalmente espera que la relación signifique una intimidad emocional compartida exclusiva. Y a medida que la era digital crea más formas de comunicarnos, comprender qué interacciones fuera de la relación cruzan la línea hacia un territorio peligroso se ha vuelto más difícil que nunca.
Concepto moderno
En términos generales, la infidelidad emocional describe una situación en la que una persona en una relación desarrolla una conexión emocional importante con alguien que no es su pareja, de una manera que cruza una línea sin necesariamente volverse física.
Esto se basa en la idea de que ciertos tipos de intimidad solo deben compartirse con una persona importante, y que al invertir emocionalmente en un tercero, una persona puede socavar su relación y la conexión emocional exclusiva dentro de ella.
Al igual que el engaño físico, la infidelidad emocional puede destruir a las parejas.
Pero la idea de que la infidelidad emocional podría ser la sentencia de muerte para algunas relaciones es bastante nueva.
Según Michelle Janning, profesora de sociología en Whitman College, Washington, Estados Unidos, que se especializa en roles sociales, familia y relaciones, la creencia de que uno puede ser infiel emocionalmente es un concepto relativamente moderno.
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