(04 de octubre del 2022. El Venezolano).- Casi una semana después de que el huracán Ian se estrellara contra Florida y dejara un rastro de destrucción que llegaba hasta las carolinas, más de medio millón de personas enfrentaban otro día sin electricidad el martes, mientras los rescatistas seguían buscando a personas atrapadas en casas afectadas por inundaciones persistentes.
Se han confirmado al menos 78 muertos por la tormenta: 71 en Florida, cuatro en Carolina del Norte y tres en Cuba después de que Ian tocara tierra en la isla caribeña el 27 de septiembre y en Florida un día más tarde.
Los equipos de búsqueda y rescate seguían en marcha en Florida, donde más de 1.600 personas han sido rescatadas. Pero para muchos vecinos del estado, restablecer la electricidad se ha convertido en lo primero.
AP reseñó que en la localidad de Naples, Kelly Sedgwick no vio las imágenes de la devastación de la tormenta hasta el lunes, cuando se restableció la luz cuatro días después de que el huracán arremetiera contra su población en el suroeste de Florida. En la localidad cercana de Bonita Springs, Catalina Mejilla utilizaba un generador prestado para intentar mantener frescos a sus hijos y al abuelo de los niños mientras esperaban a recuperar la electricidad.
Ian dejó sin luz a 2,6 millones de clientes en toda Florida cuando tocó tierra con vientos de 241 km (150 millas) por hora y una enorme marejada ciclónica.
Desde entonces, los equipos trabajan a contrarreloj para restaurar la infraestructura eléctrica. Las autoridades del estado dijeron que esperaban que se hubiera restaurado el servicio para el domingo a los clientes con tendidos e infraestructura aún intactos.
Unas 520.000 viviendas y negocios en Florida seguían sin electricidad el lunes por la noche.
Restablecer el servicio siempre es un desafío después de grandes huracanes, cuando los vientos fuertes y los escombros que salen volando pueden derribar los cables que distribuyen la electricidad hasta las casas, o en tormentas más fuertes, dañar partes cruciales de infraestructura eléctrica como líneas de transmisión o equipos de generación de electricidad.
Entre tanto, los esfuerzos de rescate y ayuda en Florida seguían siendo difíciles. En el condado DeSoto, al nordeste de Fort Myers, el Río Peace y sus afluentes alcanzaron niveles récord y las embarcaciones eran la única forma de llevar suministros a muchos de los 37.000 habitantes de la zona.