(18 de abril del 2024. El Venezolano).- El Gobierno de Venezuela rechazó este jueves «una vez más», la pretensión de EE.UU. de intentar «monitorear, tutelar, controlar y manipular» la industria petrolera venezolana, a través de acciones unilaterales reflejadas en «su política ilegal de imposición de medidas coercitivas y licencias».
En declaraciones a la prensa desde la sede de la cancillería en Caracas, el ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, leyó un comunicado oficial para denunciar que las sanciones impuestas por Washington a su país, son «prácticas acordes con una visión colonialista» que la población venezolana «jamás reconocerá y aceptará».
Para Venezuela, EE.UU. acaba de consumar «su política de violación a los compromisos asumidos bajo la facilitación del Estado de Qatar», que fueron firmados por el subsecretario de Estado, Brian Nichols, y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, el pasado 28 de septiembre en Doha.
En ese compromiso que firmaron los representantes de EE.UU. y Venezuela, había quedado establecida la «eliminación completa de las ilegales medidas coercitivas unilaterales» al momento que se diera la convocatoria para las elecciones presidenciales que se celebrarán a finales de julio próximo.
«EE.UU. no le está haciendo daño a una Venezuela independiente que ha aprendido a sobreponerse a sus agresiones, por el contrario, le hace daño a cualquier intento de normalización de las relaciones bilaterales«, cita parte del comunicado.
Caracas advirtió que la decisión de EE.UU. de mantener su asedio contra Petróleos de Venezuela (Pdvsa), también «le hace daño a sus propias inversiones e intereses en la industria petrolera venezolana», además de impactar negativamente «al mercado energético internacional», que actualmente «se ve seriamente afectado» por «los impulsos belicistas de Washington».
«EE.UU. incumple su palabra»
Entre tanto, Venezuela señaló que «por meros cálculos electorales», ahora «EE.UU. incumple su palabra» para pretender «en vano», a través de presiones económicas y la generación de violencia por parte de sectores extremistas minoritarios que Washington siempre ha respaldado, «perjudicar el proceso electoral venezolano» del próximo 28 de julio.
Caracas comunicó que tras las medidas de EE.UU., sus trabajadores, empresarios y «todas las fuerzas vivas» del país, rechazan esta nueva «agresión imperialista».
De igual forma, Venezuela le recuerda al mundo «que con licencias o sin ellas, con medidas coercitivas ilegales o sin ellas, está decidida a ser una nación libre, a la que ninguna fuerza podrá detener mientras construye su futuro de paz y prosperidad».
Las declaraciones de canciller venezolano se suman a las expuestas el miércoles por el presidente, Nicolás Maduro, y por el titular del parlamento, Jorge Rodríguez, en respuesta a la decisión de EE.UU. de no renovar la «Licencia 44», que permitía a empresas energéticas realizar transacciones con Venezuela para negociaciones de petróleo y gas.
Maduro recalcó, en un acto con sectores empresariales, que aunque EE.UU. decidió mantener sus medidas contra el país, ya no existen amenazas ni sanciones que le hagan daño al nuevo modelo económico productivo que desarrolla Venezuela.
«No hay sanción, no hay amenaza que hoy por hoy le haga daño al esfuerzo de construir un nuevo modelo económico productivo, porque hoy no dependemos de nadie en este mundo, sólo dependemos de nuestro esfuerzo», dijo el presidente venezolano.