(28 de junio del 2019. El Venezolano).- El andar de la selección venezolana de fútbol por la Copa América Brasil 2019 terminó en cuartos de final, instancia donde fue apeada por su similar de Argentina en el mítico estadio Maracaná, donde celebraron por 2-0.
Apenas al tercer minuto, Sergio Agüero puso a prueba a Wuilker Faríñez, con un disparo raso desde el costado derecho del ataque que el guardameta envió al tiro de esquina.
Cinco minutos después, un mal cabezazo que pudo haber sido contado como asistencia y en donde Nicolás Otamendi recibió de Lautaro Martínez, cuyo testarazo, en lugar de ir al arco, rebotó en los pies de su compañero ubicado en el borde del área chica; sin embargo, la carambola terminó en manos de Faríñez.
A la tercera fue la vencida. En un tiro de esquina que tomó Agüero para rematar al arco entre un mar de jugadores, fue Martínez quien aprovechó para, definiendo entre las piernas, desviar la esférica y poner el 1-0 en la décima fracción.
El ritmo arrollador de a albiceleste, para fortuna de la vinotinto, se fue disipando entre acciones que le dieron protagonismo al principal, el colombiano Wilmar Roldán, quien en un lapso de cuatro minutos amonestó a tres elementos (dos venezolanos), cortando el ritmo del compromiso.
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Poco a poco, Venezuela fue perdiendo la timidez con ataques marcados desde un mismo lado. Ronald Hernández, lateral derecho vinotinto, aparecía como el sospechoso habitual con sus desbordes, conectando con Yangel Herrera y Salomón Rondón, más que delantero centro, pivote en tres cuartos de cancha.
Darwin Machís, con poco, incomodaba a Juan Foyth en sus incursiones desde la izquierda, grieta en la zaga argentina que le permitía a Roberto Rosales animarse y cruzar el mediocampo para sumar piernas a la ofensiva venezolana.
La balanza era más equilibrada. Venezuela pedía espacio, y lo lograba, potenciado por la urgencia de verse abajo. Argentina esperaba y apuntaba al contraataque. La transición era su bandera, al menos así lo reflejaba tras tomar la ventaja.
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