(16 de octubre del 2025. El Venezolano).- Uruguay se convirtió en el tercer país de América en legalizar la eutanasia activa, tras la aprobación definitiva de la Ley de Muerte Digna en la Cámara de Senadores. La normativa reconoce el derecho de las personas mayores de edad, psíquicamente aptas y en etapa terminal de enfermedades incurables e irreversibles, a solicitar asistencia médica para morir dignamente.
La votación se realizó luego de más de diez horas de debate, con el respaldo mayoritario del oficialista Frente Amplio y el apoyo de legisladores de los partidos Colorado y Nacional. El proyecto había sido aprobado previamente en la Cámara de Representantes y discutido en profundidad en la Comisión de Salud Pública del Senado, donde se recibieron aportes de diversos colectivos, destaca nota de Roberto Cavada. Durante la sesión, el senador Daniel Borbonet (Frente Amplio) destacó que el proyecto fue construido con responsabilidad, estableciendo garantías claras para proteger a los pacientes y respetar su voluntad individual.
“Es un derecho a decidir. No sustituye lo ya existente y no impone conducta”, afirmó. En la misma línea, el senador Ope Pasquet (Partido Colorado) defendió la ley como “necesaria, liberal y humanitaria”, subrayando que muchas personas enfrentan sufrimientos insoportables al final de la vida y merecen la opción de decidir cómo transitar ese proceso.
La ley establece que podrán acogerse a sus disposiciones los ciudadanos uruguayos, naturales o legales, y los extranjeros con residencia habitual en el país. El Poder Ejecutivo deberá reglamentarla en un plazo máximo de 180 días desde su promulgación. Además, se conformará una Comisión Honoraria de Revisión, presidida por el Ministerio de Salud Pública, que supervisará los procedimientos realizados en el marco de la ley. Esta estará integrada por representantes del Ministerio, el Colegio Médico del Uruguay, la Universidad de la República y la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo. La comisión elaborará un informe anual que será remitido al Ministerio y a la Asamblea General.
Con esta decisión, Uruguay se suma a Colombia y Canadá como los únicos países del continente americano que han legalizado la eutanasia activa, marcando un precedente en el reconocimiento de los derechos individuales en el proceso final de la vida.