(09 de Octubre del 2019. El Venezolano).- Existen personajes en nuestras vidas que nos dejan buenos recuerdos, son aquellos que siempre brillan con luz propia, hoy quiero hablar de nuestro amigo Tury Agüero, un ser admirable, generoso, abnegado como pocos, nació en Mérida, allá se formó, vino a la gran ciudad y triunfó. En la Universidad de Los Andes conoció a Lola Delgado, tuvieron tres hijos, el mayor de ellos “Turito”, quien nació autista, con él tuvieron dedicación exclusiva, lo examinaron los mejores médicos del país, de Estados Unidos y de Europa, recuerdo al doctor Gerardo Fleming, quien los acompañó y estuvo en las operaciones. La vida de Lola, Tury y sus hijos giró en torno a Turito.
Tury Agüero fue el mejor narrador y el primero en transmitir por televisión el fútbol italiano, el fútbol español y el portugués; fue reconocido como el mejor narrador de los deportes de los motores de Venezuela en todos los tiempos y quizas el mejor de América Latina, tanto en la Formula 1, como en el motociclismo. Recuerdo una tarde de los años ‘90 en el desaparecido restaurant Chocolate en El Rosal, con Tury y Carlos Etchegaray, nos encontramos de manera casual con otro grande la narración que también hizo su propio estilo, Lázaro “Papaíto” Candal, único en el modo y forma de relatar el fútbol … ¿Qué hiciste Papaíto?. Allí lázaro por quien Tury profesaba amistad y respeto, le preguntó ..¿Dime Tury en que tiempo del día duermes? Tienes “El fútbol italiano”, “A toda máquina”, “Turagua”, “La Fórmula 1” “Las motos” y siempre tienes un proyecto en el maletín, Tury respondió, “Lázaro, todo eso puedo hacerlo porque tengo a Lola, que me ayuda y está pendiente, de Turito y de la producción, Dios sabe lo que hace, sin ella esto no existiría”. A Toda máquina, fue el programa bandera de Tury Agüero.
Hijo de “La Sultana de Mocoties”
Omar Ali Agüero Valbuena “Tury”, vio la luz del sol el 24 de julio de 1945, en las montañas andinas del pueblo de Tovar Estado Mérida, conocido como “La Sultana del Mocoties”, que es el río que atraviesa la ciudad. En el seno de una familia hernosa conformada por don Luis Agüero y doña Maria Alicia Valbuena, fue el hijo mayor y único varón con tres hermanas Alba, Edith y Nelly. En el pueblo natal estudió la primaria, la secundaria en el Liceo Libertador y Derecho en la Universidad de Los Andes (ULA), aquí recibió el título de Abogado. Casado con la Abogado Dolores Delgado “Lola”, tres hijos, Omar Ali “Turito el Jefe”, Diego Armando y Paolo. Siempre tuvo una deferencia especial por su suegro el doctor Carlos Delgado Febres, quien fue director del Hospital de Mérida y eran muchos los cuentos tenía con él, su suegra doña Maria Herrera. Tury fue un amante de los automóviles y de las motos.
Estuvo luchando contra un cáncer y le ganó, lo combatió con los medicamentos, caminando todos los días, durante muchos años lo acompañe, con fuerza de voluntad. Pero el accidente de Turito lo abatió, ya no era el mismo, se descuido, dijo Lola vámonos a Mérida. Hizo como los elefantes, fue a morir a su tierra natal, falleció el 03 de marzo de 2019.
“Cuando tenemos tiempo de juego”, “El Fútbol es alegría”
En las décadas de los años 1970, 80 y 90, hablar del Fútbol en Venezuela y de sus narradores deportivos es recordar a Tury Agüero, el que narraba el futbol con humor, le ponía pasión a sus dichos, a sus frases en todas las jugadas, tenía un toque especial, durante muchos años fue la voz del balompié. Narrando todos los juegos de la liga Italiana, la Española, la de Portugal, la Eurocopa, la Copa de Europa, Copa América, Copa Libertadores, ahí estaba Tury Aguero junto a Reyes Álamo, Vicente D’alessandro y Zarraga en Venezolana de Televisión. Hizo frases celebres “Tiempo de Fútbol”, “El fútbol es alegría”, “Cuando tenemos tiempo de juego”; o “Así es el fútbol…el fútbol es así”.
Pionero de la Fórmula 1 en Venezuela
Fue el primer narrador que como productor independiente comienza con la Fórmula 1 y lleva la afición a los hogares venezolanos a través de la antigua VTV, sus programas eran los de mayor sintonía con “A toda máquina”, su compañero de cabina era Vicente D’alessandro, era la época de los grandes corredores del automovilismo, Ayrton Senna, Prost, Piquet, Manssel, etc.
Padrino de Johnny Ceccotto
En 1975 Johnny Ceccotto llega de tercero en la competencia de motociclismo en Daytona Estados Unidos, sigue a París y gana el Gran Premio de Francia, titulandose Campeón Mundial con apenas 19 años, con el apoyo de Andrea Ippólito. Durante 6 años defiende el liderato en todas pistas y circuitos del mundo, ahí estaba su padrino el Tury Agüero narrando en vivo y directo todas las carreras. Acompañó al campeón en casi todas las carreras que realizó en las pistas y circuitos del mundo. En 1980 Ceccotto pasa a la Formula 1, fue compañero de Ayrton Senna en el equipo Toleman.
Ayrton Senna, fue el mejor piloto de Fórmula 1 del planeta, falleció en un accidente en plena carrera iba a 310 Km/hora, durante el Gran Premio de San Marino en Imola, Italia.
Sus anécdotas no fueron solo en los mundiales de fútbol que narró en vivo y de cuerpo presente, tambien fue en las carreras de Fórmula 1 que presenció, haciendo los comentarios con agudeza, precisando el detalle y la sonrisa que siempre lo acompañó en los circuitos de Monza (Italia), Mónaco, Bélgica, Canadá, otras.
La pasión por el Fútbol
Tury y su familia vivian en una Quinta que se llama “Gol”, la fachada era un arco de una cancha de fútbol, tenía una antena parabólica que les daba señal a los vecinos de Cumbres de Curumo. En 1982, se realizó el mundial de Futbol en España, el mundial lo ganó Italia, el mejor jugador fue el italiano Paolo Rossi. Cuando nació su segundo hijo le dijo a Lola, recuerda que se va a llamar Paolo, y así fue bautizado. El mundial siguiente se realiza en México en 1986, la copa la ganó Argentina, el mejor jugador fue Diego Armando Maradona. Cuando nació su tercer hijo fue bautizado Diego Armando. Tury fue amigo de todos, hasta del Rey Pelé. El año 2003, se vienen a vivir a Sebucán, encontraron el sitio ideal con piscina para que Turito nadara y en las faldas del Cerro El Avila, que le recordaba El Pico El Aguila merideño. Terminó muy decepcionado de Maradona, constantemente decía “Se volvió loco y tan bueno que era en el campo”.
Los piques en Turagua
El año 1990, se realiza la primera valida de los piques automovilísticos en Turagua en el Estado Aragua, Venezuela, ese evento fue transmitido por Tury Agüero en VTV, recuerdo al corredor Atilio Crestán, quien falleció en su Ford Sierra en la pista. El Estado Aragua se convirtió en la ciudad de los piques automovilisticos. Hasta que llegó el Instituto de Tierras (INTI) y lo cerró, acabó con los piques, la pista era la mejor, la acabaron, tumbaron las gradas. Estuve acompañandolo a hacer gestiones con el gobernador Didalco Bolívar, para que le regresaran sus terrenos, lo que quedaba de sus instalaciones, pero todo fue inútil.
El Sentimiento del dolor de un Padre, por el amor al hijo
El 21 de febrero de 2008, despega del aeropuerto de Mérida a Caracas un avión de la línea Santa Bárbara, había mal tiempo, lluvia, nubosidad y falla humana, a los pocos minutos se estrella en el Páramo de Los Conejos, en una formación rocosa conocida como “La cara del Indio”, entre los pasajeros iba el hijo del doctor Mario Torres, padre de dos hijos, el mayor se había perdido hacia 20 años y nunca más apareció, en el mismo sitio donde impactó el avión contra el cerro. Habían pasado más de 72 horas y ni defensa civil ni las unidades de rescate habían encontrado los cuerpos de los viajeros. Mérida convulsionada y una angustia colectiva. Tury era insistente en darle ánimos a su amigo, lo llamaba cinco y más veces al día dándole esperanza de que su único hijo apareciera con vida. Una tarde recibe una llamada del doctor Torres, quien animado le dice que ya los habían encontrado, Tury le pregunta, apareció, apareció como está? el hombre le responde sí, lo identifiqué, tengo un pedacito de la franela que llevaba puesta ese día, con carne pegada, la carne y la franela son de él, le dijo. Esa tarde presencié a Tury llorar como un niño, abrazaba a Turito y lo besaba, le decía Turito Turito mi bebé mi niño, te tengo mi amor te tengo. Por supuesto Turito no sabía ni entendía nada, no tenia conocimiento de lo que su Papá le decía, porque a pesar de tener para esa época 35 años, él era autista y nunca tuvo discernimiento. Esa tarde percibí el mayor sentimiento del dolor de un padre, por el amor al hijo.
Turito está contento, Turito está Feliz, Turito se lanza desde el trampolín
A veces hay cosas, hechos, anécdotas, ironías de la vida, que son duro escribirlas, pero “Así son las cosas”, en la misma piscina de su casa donde Tury todos los días acompañaba a su hijo a nadar, y hacia sus ejercicios, flexiones, donde recibió la noticia de su amigo Mario Torres. Unos años después, Turito había nadado bastante, salió y se lanzó desde el trampolín como le gustaba hacerlo, esa vez se quedó, ahí se le fue la vida. Su padre hizo un esfuerzo sobre humano para sacarlo del agua. Diego Armando, su hijo me aviso, somos vecinos, cuando llegué ya se encontraba el doctor Hiram Gaviria y mi sobrino William González. Tury estaba desencajado, trémulo al andar, abrazaba a Turito, se acostaba en la camilla con él, estaba como ido, repitió muchísimas veces el himno que le teníamos a Turito y que lo tomamos como un lema nuestro cuando queríamos decir que alguien estaba contento. “Turito está contento, Turito está feliz, Turito se tira desde el trampolín”. Turito está….
Escribo esta nota con lagrimas en los ojos al recordar y describir el dolor, la emoción y los sentimientos encontrados que vi en Tury, vino a mi memoria como hoy, lo que viví con él ahí estando con Turito y los restos del accidente de Mérida. A la memoria de Turito, a quien bautice “El Jefe”, porque nos mandaba a todos.
Misas de aguinaldo y los amigos
Recuerda el doctor Antonio Peña, director de Post Grado de la Universidad Santa María, que en las misas de aguinaldo decembrinos que se realizaban en las madrugadas en la fría ciudad merideña de los años de 1956 al 58, los padres entraban a la Catedral y los muchachos se iban a caminar unos y a patinar otros en la plaza de Milla, Tury y él eran considerados los mejores patinadores, los más veloces, embalaban y saltaban los siete escalones de la plaza, eran los únicos que caían parados y continuaban la patinata, afloran sus recuerdos con alegría y nostalgia.
Tury se graduó de Abogado en la Universidad de Los Andes (ULA), en 1969 junto a Carlos Enrique Peña, Salvador Calles, Jorge Dugarte, Mario Torres, Ivor Ortega, José Eladio Quintero, Teresita Sanchéz, Francisco “Papa” Pulido, Simón Araque, Joel Ortega. El doctor Germán Alviarez se había graduado primero que ellos en Mérida, se vino a Caracas y fundó su Bufete en Altamira el año 1965, ahí entraron Salvador Calles y Tury.
Que divertido era ver con Tury, los juegos del Barcelona y Real Madrid, de la Champions, junto a Carlos Etchegaray, José Molina, Hugo Salazar, Gelvis Sequera y todos los amigos porque él nos anticipaba las jugadas y decía gana tal equipo con tantos goles. Habitué de las tascas y las barras de Sabana Grande, de Chacao y Altamira. Fue un gran maestro.