(23 de mayo del 2024. El Venezolano).- Conocidas sobremodo, las argucias o artimañas chavistas, ya a escala internacional, y ratificadas en el proceso del año 2018, cuando Nicolás Maduro se autoproclamó presidente de la República pese al reconocimiento mundial consensuado de elecciones dolosas, cuando ganó supuestamente, con un 68 por ciento de los votos para el período 2018-2024, se hace imprescindible más que nunca, la observación internacional para la transparencia de los comicios presidenciales a efectuarse el 28/7 venidero, pues viciosa y reiteradamente, el régimen de Nicolás Maduro ha intentado ocultar adrede, errores críticos que han comprometido la integridad de los resultados; constituyéndose, en presidente de facto, y en detentación del poder. Incluso, hasta para elección de la Asamblea Legislativa.
Por Isaías Márquez
La propuesta insensata y hueca de Jorge Rodríguez, presidente de la AN al exigir el retiro de la invitación a la Comunidad Europea por una supuesta simpatía hacia la candidatura de González Urrutia, luce, por lo subjetiva, como una malcriadez majadera, rayana en memez, impropia de su condición, así como de una actitud extrema ante la inviabilidad del régimen por una derrota virtual inexorable, pertinaz y encerrados en el laberinto de una ofuscación perniciosa; derrota irreversible a causa de sus actitudes intencionadas e inquisidoras ante el disenso infalible y notorio de una mayoría que se ha volcado hacia la candidatura de Edmundo González bajo los auspicios de M C M y venia íntegra de la oposición.
Es un momento de salida del régimen por la puerta grande; inaplazable puesto que la oportunidad, como cualquier otra, es única, para una historia memorable, inmortal, ejemplarizante y trascendental al devenir histórico generacional.