(10 de septiembre de 2019. El Venezolano).- Miles de sobrevivientes del huracán Dorian llenan los botes y aviones en la capital de Bahamas, enfrentados a la necesidad de iniciar nuevas vidas, preguntándose cómo hacerlo o por dónde empezar.
Algunos debatían sus próximos pasos sentados en vestíbulos de hotel. Otros viajaban en autobús a refugios a rebosar. Algunos eran recogidos por amigos o familiares que les ofrecían un lugar donde quedarse un tiempo en New Providence, una isla de unos 13.000 habitantes que no había visto tanta gente llegar a su orilla en la historia reciente.
Carla Ferguson, una vecina de 51 años de Treasure Cay, salió el lunes por la tarde de un pequeño aeropuerto en Nassau con su hija y otros parientes y miró a su alrededor mientras se ponía el sol.
“No sabemos dónde vamos a quedarnos”, dijo. “No lo sabemos”.
Ferguson y su familia llevaban una gran bolsa de lona y tres cajas de plástico, la mayoría llenas de ropa donada que recibieron antes de abandonar su pequeña y devastada isla.
“Nadie se merece pasar por esto”, dijo su hija, Dimple Lightbourne, de 30 años, mientras se enjugaba las lágrimas.
El gobierno estima que solo en las Islas Ábaco, que incluyen Treasure Cay, hasta 10.000 personas necesitarán comida, agua y alojamiento temporal, y las autoridades estudian levantar asentamientos con carpas o contenedores mientras despejan los escombros en el arrasado norte del país para que la gente pueda volver con el tiempo.
Volver a Ábaco es el sueño de Betty Edmond, una cocinera de 43 años que picoteaba unas papas fritas el lunes por la noche mientras cenaba con su esposo y su hijo en el restaurante de un hotel en Nassau. Su sobrino les pagaba la estancia.
Los tres llegaron a Nassau el sábado por la noche tras seis horas de viaje desde Ábaco y tenían previsto volar al sur de Florida el miércoles gracias a pasajes comprados por amigos, que les ofrecerán alojamiento temporal hasta que puedan encontrar empleos. Pero su objetivo es regresar, dijo Edmond.
“El hogar siempre será el hogar”, dijo. “Cada día deseas que pudieras volver”.
“Intentas conservar la esperanza, pero…”, añadió, antes de que se le quebrara la voz mientras sacudía la cabeza.
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