(19 de junio del 2024. El Venezolano).- Al menos 120 millones de dólares en efectivo fueron sustraídos entre abril y mayo de varias oficinas bancarias situadas en el norte de la Franja de Gaza, informa el periódico británico Financial Times citando documentos de la ONU.
Los robos «más dramáticos» se produjeron los días 17 y 18 de abril, poco después de que el Banco de Palestina, la mayor institución financiera de la nación, vertiera hormigón sobre la bóveda de su sucursal central en el enclave, situada en el otrora lujoso barrio gazatí de Rimal. Lo hizo precisamente para evitar atracos, pero la medida de precaución no funcionó, puesto que el 17 de abril se produjo una explosión en la oficina y un testigo dijo posteriormente que había visto múltiples billetes volando en el aire.
Un reporte enviado a los accionistas del banco indicaba que los ladrones se habían fugado con aproximadamente 31 millones de dólares, en diferentes divisas.
Al siguiente día, el banco avisó a sus clientes que acudieran a otra sucursal para poder retirar sus depósitos antes de que ocurra otro asalto. Pero cuando abrieron las puertas de esa sucursal, en su interior se encontraban varios individuos armados, según el reporte. Después de varios disparos al aire, los empleados se vieron obligados a abrir la bóveda del banco a punta de pistola.
Se estima que en el segundo atraco los delincuentes se llevaron 36 millones de dólares, que habían sido «confiscados por encargos […] de la máxima autoridad en Gaza», en referencia a Hamás.
Sin embargo, estos y otros asaltos registrados en Gaza no amenazan la estabilidad del Banco de Palestina, dado que el total de los depósitos de sus clientes ronda los 5.410 millones de dólares y la mayor parte del dinero físico se encuentra en Cisjordania.
Mientras tanto, la disponibilidad de dinero físico es un problema para la población gazatí, debido al conflicto y las restricciones impuestas por Israel al movimiento de efectivo y furgones blindados. El plazo de espera para acceder a un cajero automático en el centro de Gaza, de los pocos que siguen funcionando, puede llegar a una semana.