(25 de noviembre 2019. El Venezolano).- El diputado de la Asamblea Nacional, Ángel Medina, responsabilizó a la dictadura de Nicolás Maduro por el aumento de la violencia en las minas de oro del país tras la decisión del régimen usurpador de entregarlas a las gobernaciones.
“Este cuento de Maduro entregando minas a los gobernadores de los estados, que además es ilegal e inconstitucional, ha provocado que aumenten los niveles de violencia en los distintos sectores del estado Bolívar”, denunció el parlamentario durante una conferencia de prensa.
El diputado relató que según informaciones recabadas por Humberto Prado comisionado del gobierno legítimo de Juan Guaidó para los Derechos Humanos, en la masacre de Ikabarú fallecieron seis personas: Antonio Perera, sargento de la GN, Máximo Muñoz, Luis Fernández Gómez, Richard Rodríguez, Lesli Basanta, Edinson Soto y el herido Jhonnny López, “hay otros tantos heridos que no se han podido lograr su identificación”.
Sin embargo, Medina señaló que “quienes hacen vida en el sur de Guayana informan que las cifras de víctimas es superior”.
“Fue una arremetida violenta con armas de fuego de alto calibre que busca tomar por la fuerza lo que ha sido hasta ahora un pueblo pemón de tradición minera”, agregó.
El asambleísta precisó que “es importante que entendamos que lo de Ikabarú no es un hecho aislado. Según cifras de Transparencia Internacional desde el 2016 se han dado más de 40 masacres en el estado Bolívar y todas tienen que ver con la fiebre del oro y la devastación que está generando el Arco Minero”.
“No tienen idea de lo que significa cientos de hectáreas destruidas por una voracidad insaciable que no tienen ningún sentido para los venezolanos. Esto que están haciendo es un asesinato a las futuras generaciones del país, a la capacidad de poder reivindicarnos y crecer como nación, esto es un ecocidio sin precedentes que además está bañado de sangre”, alertó.
Medina expresó que la masacre de Ikabarú forma parte de un esquema montado por el propio régimen totalmente violento, “para controlar grandes regiones y explotar el oro a gran escala de manera totalmente irregular, hoy quieren tomar Ikabarú para destrozar la naturaleza, provocar devastación y fomentar la búsqueda insaciable del oro para mantener un régimen que en Venezuela ya es insostenible”.
Por último, el diputado condenó que la dictadura usurpadora ha hecho todo lo posible para retrasar las investigaciones de esta masacre. “Habían pasado 48 horas después de la masacre y no habían retirado los cuerpos para realizar las autopsias de rigor”, dijo.