(08 de octubre del 2019. El Venezolano).- En la década de los años 70 hasta principios del 2000, los servicios de salud pública en Venezuela eran los mejores de Latinoamérica, tanto que eran referencia y el lugar escogido por muchos para atender su salud.
Sin embargo, tras la llegada de la “Revolución Bolivariana” y del régimen dictatorial de Nicolás Maduro, los centros asistenciales públicos y también privados, se han convertido en criaderos de bacterias, colocando en riesgo la vida de los venezolanos.
En la “cuarta República” los protocolos de higiene que se utilizaban en los hospitales eran tan estrictos tal que era imposible una complicación por una bacteria intrahospitalaria, ante esto, muchas personas recurrían a centros de salud hospitalarios por contar con todos los insumos, medicamentos y un excelente personal médico.
En la actualidad, estos protocolos han quedado en un recuerdo para los que en algún momento pisaron estos recintos y el recuerdo va acompañado de nostalgia e impotencia para los médicos que lograron ejercer en otra Venezuela.
Ahora son varios tipos de bacterias y hongos en las áreas hospitalarias, específicamente en las Unidades de Cuidados Intensivos y quirófanos, que han llevado a la muerte de miles de venezolanos, especialmente la de niños incluso recién nacidos.
Hablando de este tema tan doloroso e injusto cuando se trata del país que fue “potencia”, desde El Venezolano logramos conversar con Carolina Campos, una periodista carabobeña, quien tenía a su hijo con pocos días de nacido en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet), ubicado en la ciudad de Valencia, estado Carabobo – región central del país.
Relata que su hijo fue trasladado al centro hospitalario un día después de nacido con un problema respiratorio, por lo que requería urgente al área antes mencionada para cumplir con el tratamiento.
Sostuvo que al momento de llegar a la UTIN se encontraban tres pacientes, de los cuales dos fallecieron cuando su pequeño Ángel Andrés se encontraba hospitalizado, mientras que otro fue dado de alta, luego de estar varios meses recluido, ya que los médicos le dijeron a los padres que terminara de cumplir en su casa el tratamiento “para que no se complicara con otra bacteria”.
Campos afirma que la salud de su pequeño hijo estaba en riesgo por problemas al nacer, pero tenía la esperanza de llevárselo pronto a casa, luego de 12 días hospitalizado, no lo logró ante las complicaciones respiratorias y por una sepsis neonatal.
Durante los primeros días, los médicos no le informaron sobre alguna bacteria. Ya al tercer día, la jefa de la unidad le informó que la salud de su hijo estaba empeorando por estar infectado.
“Los médicos nunca me informaron sobre lo que en verdad tenía mi Ángel Andrés, solo cuando nos veían, decían que tenían un diagnostico reservado. La jefa de la unidad me dijo una vez que no tuviera muchas esperanzas que los niños son una caja de sorpresa, pueden estar bien y a las dos horas morir”, comentó Campos.
A pesar de que el panorama se tornaba gris, la madre venezolana realizó todo lo que estuvo a su alcance y más entre exámenes, tratamientos e incluso la donación de sangre, todo esto vale mencionar que no se lograba realizar todo en el propio centro hospitalario. Debían correr a otros laboratorios y sin dejar de mencionar el gasto hasta en dólares por medicamentos como la inmunoglobulina humana.
«Mi esposo y yo nos dedicamos a buscar todas las medicinas e insumos que nos pedían diariamente, además de realizarle los exámenes de laboratorio, los cuales eran muy costoso. Recibimos mucha ayuda de personas que nos colaboraron con todo lo que necesitábamos».
Rafael Lacava, gobernador de la entidad carabobeña en la región central del país se ha encargado de llenar sus redes sociales con recepción de insumos e incluso reparación e inauguración de diferentes áreas del hospital, pero historias como las de Carolina Campos son solo algunas de las cientos que ocurren a diario en todo el territorio nacional y como ella lo ha dicho, por ser periodista se conoció, pero, ¿cuántas madres lloran en silencio la muerte de su hijo?.
Carolina Campos, exige a los entes gubernamentales hacer su trabajo y que todo el personal encargado de estos centros de salud, cumplan con los protocolos de bioseguridad en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal de la CHET así como todas las instalaciones para evitar la muerte de más inocentes.