(16 de abril del 2020. El Venezolano).- Luego de 34 días desaparecidos, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, reapareció este miércoles en televisión, en medio la pandemia por el coronavirus, y defendió la estrategia que ha adoptado su Gobierno y que, según dijo, le ha permitido contener el COVID-19 en nueve casos, con solo un fallecido.
Al mandatario, de 74 años y que salió acompañado de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se le vio con unas ojeras pronunciadas y unas manos excesivamente blancas, según las imágenes trasmitidas por cadena obligada de televisión.
No dejarán de trabajar
Durante su discurso, Ortega defendió la decisión de su Gobierno de no decretar ningún tipo de emergencia por la pandemia, no suspender las clases ni restringir la entrada o movilidad en su territorio a ningún viajero, porque “si el país deja de trabajar, el país se muere, el pueblo se muere, se extingue”.
“En medio de esta pandemia, no se ha dejado de trabajar, porque aquí si se deja de trabajar, el país se muere y si el país se muere, el pueblo se muere, se extingue”, señaló el mandatario, al explicar porque no ha decretado una cuarentena.
Reconoció que la economía se verá afectada por esa pandemia y provocará más desempleo, pero “lo importante aquí es que se ha seguido trabajando y guardando las normas de manera muy consciente y muy disciplinada que va dictando el sistema de salud”.
Visitas casa a casa
De la misma manera, aseguró que la estrategia de desplegar pequeñas brigadas sanitarias para visitar casa a casa a las familias nicaragüenses con el fin de brindar información sobre el cuidado de la salud frente a la pandemia del coronavirus, “es lo que puede explicar y lo que explica el porqué la pandemia ha avanzado lentamente” en Nicaragua.
Nicaragua reporta hasta ahora nueve casos confirmados de COVID-19, con un solo fallecido Los que se oponen a recibir a esas brigadas argumentan, entre otros, que los trabajadores de la salud están dentro del grupo de población más expuesto al contagio y, por tanto, es contraproducente recibirlos en sus hogares porque además acuden sin ningún tipo de protección.
Con información de EFE