(09 de febrero del 2021. El Venezolano).- Quien se acerque al Banco de Venezuela o a la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip) para comprar un Petro tiene que cancelar ahora 102.968.151,08 bolívares.
El precio facial del Petro equivale hoy a 56 dólares a la tasa oficial fijada por el Banco Central de Venezuela (BCV) y a unos 86 salarios mínimos, si se considera el valor de 1.200.000 bolívares, que es lo que reciben cada mes los pensionados y jubilados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss).
Sin embargo, quien haya recibido un Petro del Ejecutivo como parte de una bonificación especial o como un pago por viejas deudas laborales se conseguirá que no puede cambiar el criptoactivo por esos 100 millones de bolívares, en ninguna de las casas de cambio autorizadas en el país para operar en el mercado secundario de las criptomonedas.
“El Petro no ha logrado calar dentro de la confianza del venezolano, ni de las empresas. En el mercado secundario es donde tiene un precio más real y allí la merma va entre 50% y 60% de su valor” explicó el economista Aaron Olmos, en entrevista telefónica para Efecto Cocuyo.
En el Sistema Patria, por ejemplo, lo máximo que una persona puede obtener por un Petro es 26.528.904,78 bolívares. En otras palabras, quien lo venda por este sistema de intercambio apenas obtendrá un cuarto del valor (25,76%) del criptoactivo en el mercado primario.
Otras casas de intercambio como la recién creada Venezuela Exchange (VEX) o AmberesCoin también hacen transacciones para cambiar el Petro por bolívares y aunque tienen diferentes precios, en ninguna es posible venderlo ni siquiera por la mitad de los 100 millones de bolívares al que se oferta en las taquillas del Banco de Venezuela.
El Petro como referencia cambiaria
El Petro se proclamó como un criptoactivo para “vencer la hiperinflación” desde el régimen de Nicolás Maduro y en la práctica eso tampoco pasó. El Petro costaba 10 millones de bolívares para mayo del año pasado y conforme avanzó la tasa del dólar también lo hizo este criptoactivo con sello chavista, que se mantiene con un precio que se mueve entre los 55 y 60 dólares cada semana.
“Es ilusorio ver al Petro como un elemento que combate la hiperinflación, porque se necesitan cada día más bolívares para tener un Petro, al igual que pasa con un dólar” apuntó Olmos.
Por el contrario, el uso del Petro “pareciera constituir una treta ideológica para esconder el propósito último de sustituir o descontinuar el uso del bolívar como unidad de cuenta e imponer con otro nombre encubierto alguna referencia cambiaria efectiva (tipo el dólar o el euro)” como advirtieron Sary Levy y Humberto Romero-Muci en el libro “El Petro, análisis de sus motivaciones, objetivos y consecuencias”, editado por el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice).
Utilizar al Petro para anclar las tarifas gubernamentales sin tener que nombrar al dólar es algo que pasó primero con los pasaportes, luego con el combustible usado por las aerolíneas en el país y más recientemente, con el aseo urbano en Caracas.
Con información de Efecto Cocuyo