(10 de noviembre del 2021. El Venezolano).- Tratando de entender ciertas conductas humanas de los últimos episodios de la oposición venezolana he traído a mi memoria un macabro cuento de Borges, “El otro duelo”, basado en un hecho real sobre la historia de un oscuro odio con trágico final. La historia trata de un par de gauchos uruguayos, Manuel Cardoso y Carmen Silveira, que se odiaban hasta más no poder. No se sabe exactamente por qué: si por unos linderos, unos animales, la burla en un juego de naipes o el robo de una novia, pero lo cierto es que finalmente ambos tuvieron la oportunidad de su vida. Tras combatir codo con codo, sin cruzar palabras, para un mismo bando en una famosa batalla, ambos caen prisioneros. El capitán Juan Patricio Nolan que por ser de su pueblo sabía del rencor entre Cardoso y Silveira los condena a morir degollados. Pero antes “Los mandó buscar y les dijo:
—Ya sé que ustedes dos no se pueden ver y que se andan buscando desde hace rato. Les tengo una buena noticia; antes que se entre el sol van a poder mostrar cuál es el más toro. Los voy a hacer degollar de parado y después correrán una carrera. Ya sabe Dios quién ganará”. Se dieron las apuestas y nadie quiso perderse el diabólico espectáculo. Una vez ejecutados los cortes: “De las gargantas brotó el chorro de sangre; los hombres dieron unos pasos y cayeron de bruces. Cardoso, en la caída, estiró los brazos. Había ganado y tal vez no lo supo nunca.” Aquellos hombres murieron agradecidos por la oportunidad que le dieron de batirse en duelo. Lo sorprendente es que su odio, quizás el único bien de ambos, impidió que aquellos hombres no se sintieran víctimas. Murieron felices.
Escrito por: José Luis Farías