(16 de agosto del 2021. El Venezolano).- Este artículo está inspirado en la publicación Oil Price.com escrito por el periodista americano Matthew Smith y recibido por cortesía del Ingeniero Alfredo Ramirez V. y el cual
nos presenta una visión muy preocupante de nuestro futuro energético ante el quiebre o la ruina de nuestra industria petrolera.
Trataré de profundizar un poco más sobre este tema de vital importancia para el presente y futuro. Venezuela avanza a pasos agigantados hacia un estadio, podríamos decir, nunca antes visto en un país organizado y donde por más de un siglo ese valioso bien, el petróleo, solicitado por la mayoría de los mercados del mundo, hizo con gran éxito que Venezuela caminase por el sendero del desarrollo social, económico y político, teniendo como base los principios de la libertad, principios estos que podríamos resumir en una palabra: democracia.
Las decisiones erradas y, según muchos analistas, tomadas con la inconfesable decisión de la destrucción sistemática de nuestra sociedad, dieron al traste con la posibilidad de continuar convirtiendo en dineros esos recursos, convirtiendo así nuestra nación en el depósito de activos energéticos inmovilizados más grande en la historia del mundo.
¿ Por qué hoy pasamos de país exportador de petróleo a país depósito de petróleo ? Todo comienza cuando el ungido de Dios (según él y la Delcy), se caló una gorrita de beisbolista, se colgó del cuello un pitico de árbitro de futbol de cuarta categoría y lo tocó hasta el cansancio, hasta que con su última pitada declaró de voz en cuello, que ya había expulsado ( principio de la humillación) de la industria petrolera venezolana –permítanme recordar que PDVSA era la segunda empresa petrolera en el mundo solo precedida por la Royal Dutch Shell- al último de los 18 mil gerentes, técnicos, profesionales y obreros de aquella industria que hacía posible que cada venezolano, rico o pobre y por favor perdonen lo coloquial, se metiese su arepa las tres veces al dia como Dios manda.
El energúmeno de Chavez cambió gerentes, técnicos, profesionales y obreros de primera por incompetentes y ladrones. Y un ejemplo lo tenemos en que mientras Luis Giusti dicta conferencias en el mundo, Rafael Ramirez se esconde como lo hacen los roedores y Maduro lo pide en extradición para arreglar cuentas. Le reclama un “tumbe”.
Horacio Medina presidente de la junta administradora ad hoc de Petróleos de Venezuela (PDVSA), en una declaración, la cual refleja en forma clara que esa decisión antipatriótica de Chavez, expresó que “La desprofesionalización, el desconocimiento de protocolos y la corrupción son las tres grandes causas de lo que hoy vive el sector de los hidrocarburos en Venezuela, su destrucción total: En el año 2002/2003 fue donde se sembró la semilla de la destrucción y hoy se está recogiendo precisamente esa cosecha, la cual es la destrucción absoluta y total de la industria venezolana de los hidrocarburos”.
Entonces queridos lectores se preguntarán ¿por qué mantener nuestros yacimientos y no exportar si tenemos tantas reservas y tantas necesidades ? Para responder esta pregunta
debemos comenzar respondiendo cuál es la principal característica de nuestro mayor recurso natural.
Es petróleo, rico en azufre, componente poco atractivo y que en un 90 % son crudos que pueden tener entre 8 y 9 grados Api, lo cual significa que son petróleos pesados y extra pesados así como su clasificación lo indica, lo que conlleva la imposibilidad de manipularlo y por ende de exportarlo sin aplicarle ciertos e importantes correctivos, con el agravante para nuestra realidad de que es un activo que dadas sus características para convertirlo en dinero, requiere de una industria petrolera en óptimas condiciones tanto técnicas como financieras, tal cual lo fue PDVSA, antes de que llegase al poder ese aventurero a quien jocosamente aún llaman el comandante eterno.
Todo absolutamente todo lo explicado pasa por algo que yo diría que llenaba de orgullo a la nación entera: Nuestra capacidad de refinación, la cual era liderada por el complejo refinador de Paraguaná, complejo este el cual refinaba 940.000 barriles de crudo diariamente. Debemos agregar las refinerías de media capacidad como lo son la de Jose en el estado Anzoátegui y la de El Palito en el estado Carabobo, por lo que podremos sumar unos 330.000 barriles diarios adicionales. Pero todas estas cifras que menciono hoy no son reales, ya que estos maulas y ladrones destruyeron la industria toda sin olvidarse evidentemente de aniquilar las refinerías.
No tenemos capacidad de refinación ni para surtir de gasolina a nuestros automóviles, ni tampoco el cash flow necesario para convertir el petróleo de 8º Api, en uno más ligero, condición sine qua non para vender el crudo o para refinarlo.
Todo este proceso de destrucción no solo del sector petrolero, sino de la economía nacional en general, comenzó cuando aquel verdugo de su pueblo, “ decidió declarar al imperio “ como él llamaba a la primera democracia del mundo, nuestro principal enemigo. Recordemos que hasta ese momento, los Estados Unidos de América era nuestro principal cliente y confiable proveedor de la necesaria tecnología para continuar con el desarrollo armónico de nuestra nación.
Ahora veamos aún muy brevemente otra y muy importante razón de por qué somos un ex país exportador de petróleo y ahora un irreconocible depósito de petróleo en nuestro rico subsuelo. Me refiero al avance impresionante y agresivo por parte de los grandes consumidores de energía fósil como lo es Europa y los países industrializados del Asia en la producción de energía alternativa, a la eólica y a la solar, que a la vez significan menos contaminación y otro aspecto muy importante, como lo es menor recalentamiento del globo terráqueo.
A este factor que avizora un mercado más difícil para la energía fósil, debemos sumarle el superávit de producción de petróleo de los Estados Unidos con la modalidad de la Fracturación hidráulica (Fracking) donde los estados de Dakota, Norte y Sur pasaron en pocos años de pobres a ricos, exactamente lo contrario de Venezuela que pasó de ser un país catalogado como rico tanto en recursos naturales como humanos, a una nación que requiere de la ayuda humanitaria internacional para que muchos de nuestros niños no mueran de mengua.
El mundo sigue adelante con el petróleo venezolano o sin él y con el avance vertiginoso de la producción de energía alternativa sobre la fósil.
Queridos amigos, me parece que definitivamente tendremos, si este régimen chavista sigue, que buscar nuestro futuro en otros horizontes, porque el del petróleo lo veo como a él, extra pesado y negro intenso.
Raúl Ochoa Cuenca en Anfi del Mar el 15 de agosto del 2021.