(13 de febrero del 2025. El Venezolano).- Aunque bajo otro concepto geopolítico porque en Medio Oriente se trata de un pugna etnorreligiosa ancestral por apropiación de territorios destinados a las descendientes del profeta Mahoma, o tierra de promisión para los judíos “la Tierra de Israel”, en vista de que en este caso hay situaciones arraigadas de fundamentos político-ideológicos (comunistas)puesto que se trata de poco más de unos 40 años de guerra, tras el homicidio de Jorge Eliécer Gaitán en 1948 y en una zona que el Estado colombiano ha abandonado sobremanera, ahora signada por los mismos intereses del narcotráfico a lo que quizá pretende solucionarse o atender tal vez erróneamente, mediante militarización, aun cuando se trata de una problemática sociopolítica, la cual ha convulsionado críticamente, cuyo culmen se manifiesta desde hace poco más de unos 23 días con saldo lamentable de unos 65 decesos y alrededor de unos 60 mil desplazados y la crisis humanitaria que tal circunstancia conlleva, pese a las negociaciones de paz llevadas a cabo en Caracas por 5/2024, acto en el cual el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) suscribieron el primer acuerdo y legitimidad de la negociación de paz, para participación de la sociedad civil en el proceso, y había sido el mayor avance hasta ese momento en los diálogos que cumplían casi unos 18 meses de altibajos.
Y, aunque se abordó en el tema, eludieron por enésima vez, la voz de las víctimas, así como de la participación social en esa crisis –problemática socioeconómica- de vieja data en algunos estratos sociales de Colombia. Pues, Colombia ostenta un historial sobrecargado de corrupción, pobreza, desocupación, discriminación, farmacodependencia y desigualdad de clases, entre otros. Aspectos que la oligarquía colombiana quizá por intereses muy particulares, ha eludido y pretende resolver o aminorar mediante desplazamientos hacia las áreas fronterizas.
Aclaremos que el mayor problema de Colombia no son las droga, ni la guerrilla sino la forma cómo funciona el Estado; la política estaría en el centro de lo que habría de comenzar a transformar, se logre o no la terminación del conflicto con las Farc. La movilización podría ayudar pero no resolverá los problemas estructurales: precariedad del mercado laboral, numerosos adultos mayores sin pensión y las características de la educación debido a las limitaciones económicas, educativas y sociales. Y, es aquí donde radica la estigmatización que conlleva tantos conflictos sociopolíticos en la nación vecina.