(10 de abril del 2024. El Venezolano).- Una mujer de Florida, Aimee Harris, fue condenada por robar y comercializar pertenencias personales de Ashley Biden, hija del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Según reportes de la corte federal de Manhattan, Harris fue sentenciada a un mes de prisión más tres meses de arresto domiciliario por la jueza Laura Taylor Swain, quien calificó el hecho como despreciable. Esta sentencia se suma a un complejo debate sobre la privacidad y los límites éticos en la obtención y difusión de información.
De acuerdo con la agencia Associated Press, Harris admitió su culpabilidad en agosto de 2022, aceptando haberse beneficiado económicamente al recibir USD 20.000 de un total de USD 40.000 pagados por Project Veritas, una organización que se autodefine como periodística y que ha sido protagonista de diversos escándalos mediáticos por sus tácticas de investigación encubierta. Este grupo adquirió los efectos personales de Ashley Biden, incluido su diario, tras ser vendidos por Aimee. Esta acción ha puesto en el foco a Project Veritas, alentando discusiones sobre la ética periodística y la invasión de la privacidad.
Según el testimonio de Harris, citado por WSVN, los objetos personales de Biden fueron hallados en una vivienda en Delray Beach, Florida, donde la hija del presidente había dejado sus pertenencias de manera temporal durante la primavera de 2020. La acusada, marcada por la emoción, se disculpó por sus acciones y reveló ser una sobreviviente de abuso, aspecto que sus abogados destacaron como parte de su argumento defensivo, enfatizando su papel de madre soltera y sus desafíos personales frente a la justicia.
Por otro lado, la fiscalía, representada por el asistente del fiscal federal Robert Sobelman, enfocó su argumento en la intencionalidad detrás del acto de Harris, destacando un patrón de desprecio hacia la ley. Este aspecto, indicado por ABC News, subraya la gravedad de la infracción cometida por la acusada, quien no solo buscó beneficio económico sino que también pretendió influir en el panorama político nacional mediante la divulgación de información personal de la hija del presidente, reseñó Infobae.
Además, se reveló durante el proceso que la implicada y un coacusado intentaron inicialmente vender las pertenencias de Ashley Biden a la campaña presidencial de Donald Trump en 2020, buscando afectar la imagen de Joe Biden durante el periodo electoral. Este intento fallido de venta destaca la intención política detrás del delito, según lo reportado por Associated Press.