(21 de agosto del 2021. El Venezolano).- Para sobrevivir a los talibanes, Nadia Ghulam tuvo que vivir como hombre durante 10 años: para ayudar a su familia, adoptó la identidad de su hermano muerto en un atentado terrorista cuando ella tenía once y salió a trabajar. Afortunadamente, hace 15 años logró escapar de Afganistán, sin embargo, con el regreso del grupo armado al poder, sus peores recuerdos vuelven y este es su llamado de emergencia.
La afgana Nadia Ghulam hoy tiene 36 años, pero a los 8 el horror de una guerra dejó marcas en su cuerpo y su memoria que todavía no se borran: una bomba explotó en el edificio en el que vivía, incendió su cuerpo y mató a su hermano-.
En ese entonces, como sus padres no podían trabajar, quedando con un importante estrés post traumático, y siendo ella la única hija, Nadia tomó el lugar de su hermano fallecido y comenzó a hacerse llamar por el nombre de él cuando cumplió 11: Zelmai Ghulam.
Así, Nadia empezó a hablar y vestirse como niño para poder llevar el alimento a su casa. “No podíamos ir a la escuela, salir, trabajar y tenía que hacer algo por mi familia. Y ellos lo necesitaban. Se me ocurrió vestirme de hombre y trabajar como uno”, dice. Hoy la activista cuenta su historia desde España, el lugar que la acogió después de que logró escapar con la ayuda de una ONG.
Ghulam dice que muchas veces estuvieron a punto de descubrir su verdadera identidad, pero que “varios milagros” la salvaron. “Tampoco los hombres tienen una vida fácil allí: hay bombas, atentados suicidas, terroristas en la calle”, narra.
Desde el exilio expresa su preocupación por otras mujeres que viven en territorio afgano. “Allá las mujeres tienen más peligro porque los talibanes, cuando entran, lo primero que hacen es ir a por ellas”, relató. “Para ellos, la mujer deja de ser un ser humano y se convierte en una moneda de intercambio”, cuenta la activista a La Vanguardia.
“Llevo muchos años con terapia psiquiátrica para poder sobrevivir a estos traumas de guerra, algo que se ha convertido en una tortura para mí”, expresó Nadia, “Cuando veo noticias, cada vídeo, siento las lágrimas de mi hermana, de mi prima, de mi familia” Además, Ghulam está preocupada por su mamá, una mujer que según ella, por temas de edad ya no puede ni caminar.
“Allí nosotras vivimos con pánico”, enfatizó.