(23 de agosto del 2020. El Venezolano).- Hasta mediados de julio, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) había registrado 109 periodistas y trabajadores de prensa fallecidos por Covid-19, contagiados en cumplimiento de su labor informativa. De ellos, 26 eran mexicanos, 23 de Perú y 16 de Ecuador. El director ejecutivo de la SIP, Ricardo Trotti, informó al EL PAÍS que, la pandemia ha significado “un nuevo desafío para la seguridad de los periodistas, sumándose a los crímenes cometidos” contra ellos por el narcotráfico, grupos armados clandestinos y como consecuencia de la corrupción de los funcionarios del sector público.
«Durante esta pandemia murieron por causas de Covid-19 más de 100 periodistas; así como personal de medios, quienes en cinco años han sido víctimas de represalias tomadas por los criminales. Esta situación llama la atención de la SIP”, expresó el vocero del gremio interamericano.
El 7 de agosto, el presidente de esa organización, Christopher Barnes, instó a los medios de comunicación a tener mejores protocolos de seguridad sanitaria y se refirió a la pandemia como “un problema que debe atacarse con urgencia y prioridad”, destacó Trotti.
“Todavía no hemos recopilado información sobre las prácticas sanitarias en cada medio o identificado a aquellos que pueden servir de ejemplo. Es probable que aquellos que tenían instalados mecanismos internos de protección para sus periodistas por riesgos de seguridad física, hayan sido más rápidos en reaccionar para implementar protocolos sanitarios”, señaló.
Por su parte, Melva Frutos, periodista de la Web Artículo 19 sostuvo que defiende la libertad de expresión y el derecho a la información, que la pandemia ha agravado la situación “precaria” que vivían los comunicadores, «hoy más que nunca la misión de los reporteros, fotógrafos y camarógrafos requiere de generosidad y valentía, pues aún en medio de una pandemia, muchos son dejados a su suerte por empresas, Gobiernos y sociedad», opinó.
Frutos lamentó que, la mayor parte de los trabajadores de la comunicación no tiene “el apoyo mínimo de protección por parte de las empresas”, pese a trabajar en primera línea, por lo que citó un dato ofrecido el pasado mes enero de año en curso por el director del Instituto Mexicano de Seguridad Social, Zoé Robledo, donde informó que 22 mil periodistas carecen de seguridad social.
De acuerdo con el recuento que lleva Artículo 19, el mayor número de muertes de comunicadores sociales se produjo en Ciudad de México, con nueve; seguido del Estado de México con tres; mientras que en Quintana Roo, Morelos, Oaxaca y Sonora fallecieron dos en cada entidad; y en Tabasco, Guerrero, Tijuana y Chihuahua, uno respectivamente. Hay dos comunicadores fallecidos de los que no se tienen datos de su origen.
En el caso de Perú a través de los datos ofrecidos pos la SIP, los números de periodistas fallecidos durante la pandemia se quedan cortos en comparación por lo presentados por distintas organizaciones de prensa locales. Cabe resaltar que recientemente, la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) de Perú informó de 16 periodistas fallecieron por el virus entre julio y agosto, para un total de 35 en cinco meses de emergencia sanitaria.
La gran mayoría residían en la ciudad de Lima y fueron contagiados mientras trabajaban, donde la enfermedad ha afectado a casi el 20% de la población, según un estudio de prevalencia realizado por el Ministerio de Salud en el mes de julio. Además, según la ANP, seis periodistas han fallecido en Iquitos -capital de Loreto-, y cuatro en las ciudades de Arequipa, Chincha, Cusco, Santa y Tumbes.
Uno de los periodistas fallecidos en Perú es Hugo Condori Chambilla, fundador de Radio Yaraví en Arequipa y pionero de la comunicación popular en esa región del sur del país. Él conducía a diario la primera emisión del noticiero a las cinco de la mañana y también cubría información en las calles, «era muy cuidadoso con los protocolos cuando iba a alguna cobertura”, describe María Luisa Álvarez, una de sus colegas.
«Un día fue a cubrir una explosión y un incendio, y los bomberos no podían abrir un grifo de agua, cuando aplicaron presión salió gran cantidad de agua que empapó al señor Hugo. Él se transportaba en moto y cuando llegó a casa se cambió de ropa y tomó medicamentos para evitar un resfriado”, cuenta la también periodista.
“Aunque al volver a casa su familia le pidió que se quedara para que no enfermase, él fue a la radio a hacer su noticiero. Cayó por una neumonía fulminante y al hacerle el diagnóstico encontraron Covid-19. Tenía 62 años y ninguna comorbilidad que complicara su salud”, relató Álvarez.
Agregó que, Condori necesitaba hospitalización, pero no encontraron una cama disponible en el hospital del seguro de Arequipa, ni un puesto cuando requirió una unidad de cuidados intensivos, «tuvieron que mover influencias. Cuando ingresó a UCI fue tarde, el virus ya había afectado sus órganos”, añadió.
El periodista falleció el 12 de julio, en una región donde desde marzo hubo una deficiente administración de la pandemia, que llevó al Gobierno peruano a tomar provisionalmente el control de la sanidad ante la incapacidad de la autoridad regional para disminuir el número de personas contagiadas y fallecidas.
Además de periodista, Condori fue alfabetizador, fundador y secretario general del pueblo joven Tomasa Tito Condemayta en la ciudad de Arequipa, y también un referente en Perú de las radios comunitarias, «lo considero un maestro de la comunicación popular, de él aprendimos a hacer el periodismo radial que los pueblos requieren, fue un maestro”, precisó Álvarez.
El periodista fallecido dirigió Radio Yaraví entre 2004 y 2008 y fue uno de los creadores de la encuestadora Amakella en Arequipa.
Hasta el jueves, Perú registraba más de 567.000 casos confirmados del nuevo coronavirus y más de 27.000 fallecidos, aunque la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, calcula que la cifra real bordea los 47.000 decesos. Después de Brasil, es el segundo país con los peores indicadores de la enfermedad en Sudamérica.
Con información de El País