(19 de febrero del 2020. El Venezolano).- Al menos 19.000 personas se encuentran recluidas en Venezuela en unos 200 centros de detención preventiva, que apenas cuentan con capacidad para albergar a poco más de un tercio de esa cifra, dijo el miércoles un grupo no gubernamental.
Los centros de detención preventiva son en la nación sudamericana espacios transitorios de detención por 48 horas, mientras el detenido es presentado a las autoridades para decidir su libertad o su ingreso a una cárcel, por lo tanto no están acondicionadas para largas estadías.
Sin embargo, se puede pasar hasta siete años en esos centros, dijo en rueda de prensa, Magaly Huggins, criminóloga y coordinadora de un informe sobre los centros preventivos de reclusión elaborado por la no gubernamental Una Ventana a la Libertad, que investiga temas sobre los recinto penitenciarios.
“Lo que se vive allí dentro es realmente una tragedia muy grave. Es una permanente violación de los derechos humanos”, sostuvo.
El informe revisa la situación de 238 de los 500 centros de detención preventiva de todo el país, agregó.
Huggins dijo además que los niveles de hacinamiento siguen creciendo porque por los datos de Una Ventana a la Libertad para 2018 eran 16.719 las personas detenidas en casi 200 centros.
El año pasado al menos 192 personas murieron en los centros de detención, bajo custodia policial, comparadas con las 305 personas muertas de 2018, dijo Huggins.
En 2019 al menos 46 de las víctimas fallecieron debido a los precarios servicios de salud como por ejemplo retenidos que sufrían tuberculosis pero no tenían acceso a medicinas y cuidados médicos, dijo la investigadora.
La segunda causa de muerte en 2019 fueron las riñas entre los reclusos, algunas de ellas originadas en buscar espacio en medio del hacinamiento.
Los familiares también se encuentran en dificultades, porque deben llevar diariamente los alimentos y pagar en dólares, moneda de creciente uso en la nación OPEP, para asegurar que la comida llegue a los detenidos, dijo el director de Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma.
Reuters