(29 de julio del 2022. El Venezolano).- El 81% de los hispanos afirma que el cambio climático es una de sus preocupaciones personales, esto de acuerdo a un estudio del Pew Research Center. Esta variable, de la preocupación personal por el cambio climático, supera al de los no hispanos en un 14%. Para la comunidad latina, el cambio climático no es solo una preocupación global y distante. Alrededor de siete de cada diez adultos hispanos (71 %) afirman que el cambio climático está afectando a su comunidad local, al menos a algunos, una proporción más alta que entre los adultos no hispanos (54 %), encontró la encuesta del Pew Center. Entre los latinos nacidos en otro país, Puerto Rico u otro territorio de los EE.UU., alrededor de ocho de cada diez (79 %) dicen que el cambio climático global afecta mucho o algo a su comunidad local, mientras que el 64 % de los hispanos nacidos en los 50 estados o el Distrito de Columbia dicen lo mismo. La proporción aumenta al 87 % entre los hispanos nacidos en el extranjero que han estado en los EE.UU. durante 20 años o menos.
Las experiencias que los latinos nacidos en el extranjero tuvieron en los lugares donde vivieron antes de mudarse a los 50 estados o D.C. pueden dar forma a sus puntos de vista sobre el cambio climático. A medida que el cambio climático hace que los fenómenos meteorológicos extremos sean más comunes en todo el mundo, más personas abandonan sus hogares, según un informe de 2018 del Banco Mundial. América Latina, especialmente América Central, ha estado entre las principales fuentes de migración climática en los últimos años. El informe estima que la región podría ver hasta 17 millones de personas migrar debido al cambio climático para 2050.
Otro estudio denominado El impacto del clima extremo en las opiniones sobre la política climática encontró que un 68 % de los floridanos reconoce que en los últimos cinco años sus vidas se han visto impactadas por huracanes u otro tipo de acontecimientos de clima severo.
En vista de esta realidad la organización Sachamama.org ha creado un plan de estudios climático acreditado de ocho semanas que ayuda a crear comunidades fuertes y saludables. “A través de procesos de aprendizaje participativos, aprovechamos el conocimiento de las comunidades, determinamos sus fortalezas y presentamos soluciones climáticas lideradas por la propia comunidad”, declaró Laura Muñoz, directora de programas de Sachamama. “Los participantes desarrollarán las habilidades necesarias para implementar una solución climática liderada por la comunidad”, agregó Muñoz.
El programa ha reunido a diversos miembros de la comunidad en todo el sur de Florida para crear conjuntamente una solución climática local centrada en la interacción de comunidades prósperas y prácticas sostenibles. “Necesitamos crear conciencia en las comunidades de Miami sobre la importancia de la Bahía de Biscayne debido al papel preponderante que tienen las vías fluviales en Florida. Necesitamos movilizar a las personas para generar un cambio”, manifestó Muñoz.
La ciudad de Miami ha hecho una alianza con el programa Shores Forward de Ocean Conservancy y el Grupo de investigación Jambeck de la Universidad de Georgia para lanzar el primer Protocolo de Evaluación de la Circularidad (Circularity Assessment Protocol – CAP) en Miami. El estudio tiene como objetivo ofrecer herramientas a los oficiales electos para tomar medidas y responder preguntas importantes sobre cómo se usan y desechan los plásticos en Miami, qué acciones podrían cambiar la manera en que son utilizados, cómo se podría mejorar la circularidad, así como qué materiales terminan desechados en la tierra y, finalmente, en las aguas de Miami. “No se puede solucionar un problema hasta que haya sido medido y realmente necesitamos esa ayuda desde una base científica, no desde una base política, no sólo desde una base ambientalista, sino desde la ciencia para medir cuál es nuestro problema y cómo solucionarlo. Cuando tengamos esas recomendaciones en la Comisión de la ciudad podemos convertirlas en legislación y acción”, afirmó el comisionado Ken Russel de la ciudad de Miami.