(25 de mayo del 2019. El Venezolano).- Es cierto que Maduro ha jugado a la política con el general en Jefe y ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López. Ha jugado a la política con el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, TSJ, Maikel Moreno. Hace lo que hizo Hugo Chávez luego del 11 de abril de 2002 cuando salió del poder. Ensalzó la figura del general que había dicho al país que había renunciado, Lucas Rincón Romero, informó ALnavío
Allá sigue, en la embajada de Portugal, guardando secretos: intocable. Ensalzó Chávez a los magistrados, aunque más tarde los insultó y los cambió. Y así planea Maduro. Mostrándose con Padrino López, hablando bien del general y al mismo tiempo exigiendo pruebas de lealtad; y exigiéndole al TSJ que también, que también los magistrados ofrezcan pruebas de lealtad, como el allanamiento de la inmunidad parlamentaria a los diputados objeto de persecución. Y Padrino responde. Y los magistrados responden. Pero se siguen viendo. Con recelo. En el Consejo de Ministros hay preguntas sin respuestas. A quién quito, dirá Maduro. Por quién lo sustituyo. ¿Este estaba o no estaba?
Así que Maduro, dicen que a golpes se aprende, espera el parte diario de los organismos de inteligencia, que le rindan cuenta los organismos de inteligencia: en uno, en el Sebin, manda otra vez el general Gustavo González López, ficha del presidente de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, manda González López, tal vez sin olvidar que Maduro y él tienen cuentas pendientes; y en el otro organismo, en el DGCIM, manda el general Iván Hernández Dala, justo, justo, sospechoso, más que esto, de su participación en aquella que su amigo Cristopher Figuera ha señalado como “megaconspiración”.
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No ha terminado, y es tan así que no ha terminado, que Maduro, filtran fuentes del Palacio de Miraflores, piensa y se encamina hacia allá, a crear otro organismo paralelo de inteligencia, o darle mayor formalidad a la asesoría cubana en materia de inteligencia, que es al fin y al cabo la que hace este trabajo -como quedó demostrado- mientras que el Sebin y el DGCIM, también el FAES, se encargan, quedaron, para el trabajo sucio de la persecución, la tortura, el aniquilamiento.
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