(12 de febrero del 2022. El Venezolano).- Agotadora, agobiante y complicada. Así define un grupo de jóvenes venezolanos sus vidas en Venezuela. Lo dice el que estudia una carrera universitaria, la que desarrolla un emprendimiento, la joven que está a punto de terminar bachillerato y tiene becas para estudiar en el exterior, el músico de El Sistema reconocido internacionalmente, la joven con intenciones de dedicarse a la política, el joven del interior, el que vive en Caracas. El que tiene más recursos, el que no tiene tantos.
En un reportaje de El Nacional, con motivo al Día de la Juventud, reseñó que es muy difícil, dicen, tener entre 15 a 25 años de edad y vivir en un país estancado por la crisis política, económica, social y humanitaria. No es fácil. Son la generación marcada por la nostalgia de la Venezuela en la década de los 50 y 80, años en los que el país era considerado uno de los más ricos y prósperos del continente. Aun así, a pesar del oscuro panorama y la incertidumbre de no saber si habrá un cambio político, la mayoría sigue en Venezuela, aunque se han planteado la opción de buscar un mejor futuro en el exterior.
A sus 17 años de edad, Ana Corina Pifano, estudiante de quinto año de bachillerato y presidenta del Centro de Estudiantes del Colegio San Ignacio, en Caracas, ya se ha enfrentado, al igual que sus amigos, a las dificultades que supone vivir en un país en crisis. Considera que su generación creció con la idea de prestar atención a los demás y no ser indiferentes. Testigos de las protestas en 2014, las de 2017, los apagones de 2019 y la pandemia en 2020, son jóvenes que estudian para avanzar a pesar de la situación del sistema educativo.
“Vivimos en un país donde los profesores no pueden dar clases porque no tienen transporte o no tienen electricidad. Fue muy difícil saber que muchos profesores no podían enseñar porque no tenían los equipos electrónicos para conectarse. Independientemente de la situación económica en la que estés, la vida de un joven en Venezuela es complicada”, asevera Pifano.
La Encuesta Nacional sobre Juventud (Enjuve) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) reveló el año pasado que 37% de los venezolanos entre 15 y 29 años no están inscritos en algún centro educativo. Solo 20% está cursando alguna carrera universitaria, una cifra excesivamente baja comparada con la del año 2013, cuando se registró un porcentaje de 43%.
A muchos jóvenes en el país les ha tocado crecer más rápido de lo que corresponde: a los 15 años los amigos de Alahyn Martínez, estudiante de fotografía en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) en Barquisimeto, estado Lara, les tocó dejar las aulas y salir a trabajar. No tenían qué comer en sus hogares y les tocó, a esa edad, hacerse responsables del sustento económico de sus familias. “Somos muy jóvenes, pero la vida nos ha puesto obstáculos muy fuertes en el país”, comenta Martínez.
A la dificultad de vivir en Venezuela se le suma la presión que sienten los jóvenes de llegar a los 30 años y no tener lo que sus padres ya habían logrado a esa edad. Yahire Guzmán, estudiante del último semestre de Publicidad y Mercadeo en la Universidad Alejandro Humboldt, no deja de pensar en ello. Con 23 años, se mudó con su novio a un apartamento e inició su propio negocio, Always Sweet, un emprendimiento de venta de tortas. Sin embargo, le estresa no poder tener la oportunidad de comprar su propia casa en Venezuela.
“Nos sentimos muy presionados, sobre todo los que estamos entre los 20 y 30 años. Nos acostumbraron a la idea de que a los 30 años ya debíamos tener casa, pareja, hijos y ser exitosos. Uno a veces se siente demasiado agobiado. Tengo 23 años y todavía no he logrado nada de eso. Me estresa. De seguro le pasa a muchos jóvenes que se preguntan: ¿cómo haré para independizarme?”, opina.
Los jóvenes hoy deben trabajar mucho más que sus padres para alcanzar lo que ellos consiguieron. Es la opinión de Rafael Toledo, de 20 años de edad, estudiante del primer año de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. “Parece que nuestros padres lograron tener su independencia económica a una edad más temprana que los jóvenes ahora”, comenta.
Más allá de las presiones, la mayoría de los jóvenes no están satisfechos con sus capacidades económicas en Venezuela. La recién egresada de la carrera de Biología en la UCV, Nazareth Bumble Robles, de 24 años de edad, conoce jóvenes que, a pesar de que sí tienen una buena calidad de vida, están preocupados por cómo será su futuro. “No sabemos si nuestros trabajos actuales serán suficientes para cumplir nuestras metas”, comenta.
Concuerda con ellos Fernando Rivas, estudiante de Psicología en la Universidad Católica Andrés Bello, violinista y compositor de El Sistema. “Con el contexto del país, es fácil desmotivarse, es fácil decir: tanto esfuerzo para nada. Estudias 5 años y al final eres un empleado público que gana 2 dólares de salario. Es frustrante”, afirma el joven de 19 años de edad.