(7 de septiembre de 2019. El Venezolano).- Una vez que el cielo se despejó y el nivel del agua bajó, los residentes de las islas Outer Banks, en Carolina del Norte, comenzaron a evaluar los daños provocados por el huracán Dorian.
Steve Harris ha vivido en la isla de Ocracoke durante la mayor parte de los últimos 19 años. Superó ocho huracanes, pero dijo que nunca vio uno que causase tanta devastación en su comunidad, una zona muy popular entre los turistas por sus playas vírgenes a la que solo se puede llegar en barco.
“Pensamos que esto iba a ser un golpe normal”, manifestó Harris, un contratista semirretirado, el viernes. “Pero los daños van a ser graves esta vez. Esta es una inundación de proporciones bíblicas”.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, dijo que alrededor de 800 personas se quedaron en la isla a esperar a Dorian. El meteoro tocó tierra el viernes por la mañana en Outer Banks debilitado, lejos de ser el monstruo que devastó Bahamas a principios de semana con vientos de 295 kilómetros por hora (185 mph) y que dejó 43 muertos. Pero aun con categoría 1, provocó marejadas ciclónicas que anegaron las primeras plantas de muchas viviendas.
“Hay una significativa preocupación por los cientos de personas atrapadas en la isla de Ocracoke”, señaló Cooper.
Harris perdió su auto por la tormenta y su aire acondicionado sufrió daños, pero dijo que está contento porque su departamento está en una tercera planta y está asegurado. De las 11 viviendas de su complejo, siete estaban inundadas, reseñó AP.
El gobernador dijo el viernes en la noche que las autoridades no estaban al tanto de heridos de gravedad en la cadena de islas. Los residentes que necesitaban alojamiento temporal estaban siendo trasladadas a un albergue en el territorio continental, agregó.
Mientras, Dorian seguía generando vientos con fuerza de tormenta tropical en el sureste de Massachusetts en su avance hacia el este de Canadá.