(16 de Enero del 2020. El Venezolano).- Hace dos años, cuando el ministro de la Defensa venezolano, GJ Vladimir Padrino López aún tenía el mayor liderazgo en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, manifestó públicamente que la institución castrense no respaldaba ni toleraba a ningún grupo irregular, así se llamaran colectivos.
El 25 de febrero de 2018, durante los Ejercicios de Acción Defensiva Multidimensional Independencia 2018, realizados en la parroquia 23 de Enero de Caracas, específicamente en el Área de Defensa Integral Comandante en Jefe Ezequiel Zamora, se observó al jefe del colectivo La Piedrita, Valentín Santana, rodeado de hombres encapuchados y portando armas largas, abrazarse efusivamente con altos funcionarios del Gobierno.
En un reportaje de Infobae indica que lo que causó más ruido en la Fuerza Armada fue ver, en el grupo de amigos de Santana, al entonces comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral del Distrito Capital (ZODI), general de división (Ej) Fabio Enrique Zavarse, quien hoy es el Comandante General de la Guardia Nacional. El video se hizo viral.
La reacción impactó en la institución armada. El ministro Padrino López, en una reunión con el cuerpo de generales y almirantes, en el teatro de la Academia Militar, les dijo que era inaceptable la presencia de los colectivos, y se comprometió ante los altos oficiales a que la Fuerza Armada rescataría ser la institución que por orden constitucional se reserva el monopolio de las armas. El general fue aplaudido con efusividad y la aprobación de la casi totalidad de los generales.
Sobre la cresta de la ola de su liderazgo en la FANB, al día siguiente, el ministro dijo en una entrevista en Venezolana de Televisión que “el término colectivo lo han tergiversado, lo quieren estigmatizar, pero cualquier grupo armado que no sea la FANB, que no sean los cuerpos de policía, los órganos de seguridad, que estén operando por allí, llámense como se llamen, actúan al margen de la ley, y como tal tienen que ser tratados. Es decir, no admitimos ningún grupo armado distinto a la Fuerza Armada Nacional”, a la vez que aseguró: “Rechazamos, como se llame, guerrilleros, paramilitares, bandas paramilitarizadas, al margen de la ley, tendrán su respuesta constitucional”.
Aunque eran aún buenos tiempos para la imagen y ascendencia del general en Jefe, no resultaron suficientes para que pudiera darle a la Fuerza Armada el papel de exclusividad de las armas y mucho menos hacer respetar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Los colectivos no solo siguieron exhibiendo las armas, sino que acentuaron su presencia en Caracas y proliferaron más grupos en el interior del país. Y para representar una bofetada más a la promesa del ministro, la guerrilla colombiana, especialmente el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se enseñoreó en varios estados con armas, uniformes y brazaletes.
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