(21 de abril del 2020. El Venezolano).- La violencia en el campo venezolano está cada vez más exacerbada, una prueba de ellos es el crimen cometido contra Claudio Ramón Calzadilla, de 31 años quien era dueño de una finca en la zona de Capanaparo, vía Guachara en el estado Apure.
Según lo relatado por familiares y habitantes de la zona, Calzadilla había sido víctima de múltiples robos en su propiedad, a manos de indígenas de la zona, que debido a la crisis de la economía y la falta de recursos se unen a bandas delictivas.
A Calzadilla le robaron unos caballos, por lo que al darse cuenta del hecho salió en compañía de unos amigos a rastrear los equinos y recuperarlos a las 9:00 a.m. del 14 de abril, sin embargo, fue sorprendido por los nativos quienes los atacaron con flechas y derribaron a Claudio Ramón de su montura.
Estos delincuentes pertenecen a una comunidad indígena conocida como Vuelta Mara.
Según fuentes oficiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas al llegar al lugar de los hechos solo pudieron encontrar una pierna del fallecido, tres días después..
Rafael Calzadilla, tio de la víctima expresó que Claudio Ramón era una persona «sumamente querido en la zona», además puntualizó que no es justo que crímenes como este sean cada vez más continuos, mientras critica que los indígenas se escuden en sus orígenes étnicos para delinquir mientra tienen apoyo de instituciones y organizaciones gubernamentales, solo por ser indígenas.
El crimen deja una interrogante en los familiares y es si esto fue un hecho fortuito o parte de un sicariato. Gran parte de los ganaderos de la zona han tenido que abandonar sus tierras para evitar un futuro similar, fuentes allegadas al caso explican que alrededor de 60 mil hectáreas de terreno han sido abandonas en vista de los constantes ataques
Casos similares han ocurrido en zonas como Elorza en donde una niña de dos años fue asesinada por otra comunidad indígena en situaciones similares.
Los familiares son enfáticos al decir que no quieren que el crimen se transformé en un hecho político, pero puntualizan la necesidad de acciones por parte de los funcionarios policiales.