(21 de marzo del 2023. El Venezolano).- El Gobierno de Haití ha dicho que movilizará «todas sus fuerzas» para reestablecer la seguridad en el país caribeño, sumido en inestabilidad política y social desde el asesinato del presidente, Jovenel Moïse, en 2021.
En una reciente visita a la base de las Fuerzas Armadas de Haití en Clercine (Puerto Príncipe), el primer ministro haitiano, Ariel Henry, dijo que cuando «la lucha contra la inseguridad rampante se ha convertido en prioridad número uno», su Administración tiene la intención de «movilizar todas sus fuerzas para reestablecer la seguridad».
Henry pidió la colaboración entre la Policía Nacional de Haití y las Fuerzas Armadas «para para restaurar la paz«. Actualmente, es el cuerpo policial el que tiene la potestad constitucional para ejercer el uso de la fuerza.
El Ejército haitiano fue disuelto en 1994, tras el golpe de Estado contra el entonces presidente Jean-Bertrand Aristide. En 2018, durante la Administración de Moïse, fue instaurado su nuevo mando.
«La conjunción de todas las fuerzas»
En una serie de trinos, Henry manifestó que como el deber del Gobierno es brindar seguridad a los ciudadanos, se tienen que «frenar a todas las bandas que están sembrando el terror y el pánico entre la población» para poder liberarse.
«Necesitamos la conjunción de todas las fuerzas: la Policía y todas sus unidades especializadas; el Ejército y la colaboración de un pueblo haitiano unido, para poner fin a los actos criminales», escribió.
«El Haití que queremos, no lo podemos construir con pandillas haciendo estragos en todas partes. Deben entrar en razón, o haremos que entren en razón a pesar de ellos mismos», expresó.
La situación de violencia en ese país es apremiante, sin que se vislumbre alguna salida. La Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos denunció que unas 70 personas murieron a finales de febrero en enfrentamientos de pandillas de Puerto Príncipe.
En 2022, se registraron 1.300 secuestros y 2.100 asesinatos.
La opción militar internacional
Esta opción militar local ha sido puesta sobre la mesa casi dos meses después de que el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, dijera que era «urgente» desplegar cuerpos de seguridad internacionales para combatir las pandillas que han tomado el control de varias localidades. La propuesta es respaldada por Washington.
En enero pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió nuevamente para abordar el tema de la petición que, en octubre de 2022, el Ejecutivo haitiano hiciera para desplegar tropas extranjeras en su territorio y combatir a las agrupaciones criminales.
Esta propuesta no ha tenido eco en la población, que rechaza a través de movilizaciones ese tipo medidas porque considera que atentaría contra la soberanía del país.
El papel protagónico de Canadá
Canadá es uno de los actores internacionales que destaca en la puja por enviar sus militares al país caribeño. En febrero pasado, el primer ministro de ese país, Justin Trudeau, dijo que destinaría buques de guerra de la Armada canadiense a Haití.
En esa oportunidad, manifestó que su Gobierno desembolsaría 12,3 millones de dólares adicionales para ayuda humanitaria y otros 10 millones para apoyar a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en la protección de mujeres y niños en la frontera entre Haití y República Dominicana.
En enero de este año, el país norteamericano impuso sanciones a dos miembros de la élite política de Haití por tráfico de drogas, corrupción y apoyo a bandas armadas. Hasta febrero, había 44 personas con medidas punitivas.
Según el periodista dominicano Omar Santana, EE.UU. y Canadá «se baten en un ping pong diplomático» para «abordar el tema haitiano». Por su parte, el Nuevo Herald afirma que funcionarios de la Administración de Joe Biden presionan a sus pares canadienses para que decidan si ese país estará al frente de la fuerza multinacional que pretende operar en Haití.
El consejero de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan, dijo en enero pasado que Canadá pidió tener el papel de liderazgo en Haití y descartó que el Gobierno estadounidense fuese a enviar tropas, recoge RCI.