(05 de septiembre del 2019. El Venezolano).- El jefe de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, líder opositor reconocido como presidente interino por unos 50 países, es uno de los ponentes anunciados por el foro Concordia de Nueva York, paralelo a la Asamblea General de la ONU, en la que se prevé que intervenga Nicolás Maduro.
El foro, que se celebrará los días 23 y 24 de septiembre, anunció este jueves que además de Guaidó también contará con David Smolansky, cofundador del partido Voluntad Popular y coordinador de la Organización de Estados Americanos para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, y con la activista opositora Lilian Tintori.
Aunque Concordia no ofrece detalles sobre sus ponencias, la participación de los opositores en el foro se entiende como una contraprogramación por adelantado al discurso que ofrecerá Maduro en la Asamblea General.
Según informaciones provisionales de la ONU, está previsto que Maduro intervenga ante la Asamblea General el próximo 26 de septiembre por la tarde.
Guaidó afirmó este miércoles en una entrevista divulgada en sus redes sociales que se mantendrá como jefe de Estado interino “hasta lograr una elección” y aunque deje de ser en 2020 el líder del Legislativo.
Asimismo dijo que trabaja para que en Venezuela haya una “transición pacífica” de poder con la participación “de todos los sectores”, en medio de la grave crisis económica y política que ha llevado a unos cuatro millones de personas a emigrar del país en los últimos años, según cifras de la ONU, informó EFE.
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El embajador chavista en la ONU, Samuel Moncada, dijo en el mes de julio que EEUU, que ha respaldado a Guaidó desde que asumió el Gobierno interino a principios de año, quiere que la Asamblea General vote sobre la retirada de credenciales a representantes del Ejecutivo de Maduro, aunque ni Washington ni su misión permanente se han referido a ello.
El año pasado, Maduro estuvo presente en la cumbre de alto nivel de la ONU, donde cargó contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y además coincidió en Nueva York con el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, que había asumido recientemente la Presidencia de Cuba.
Ambos se reunieron en una emblemática iglesia de Harlem que en su día visitó Fidel Castro y en la que solo se permitió entrar a un reducido grupo de medios de comunicación, que recogieron su mensaje de que “la Revolución Bolivariana de Venezuela está de pie, está viva y está victoriosa”.
